jueves, 21 de marzo de 2019

Cómico matutino entre orondo y esbelto

¡Buenos días!

En este primer día de primavera de calendario tanto los matutinos como yo andamos la mar de satisfechos y airosos, tratando de no engreírnos, que caeríamos gordos y nos haríamos un flaco favor, pero sí de reírnos. La simpática mañana se nos ha levantado fresca (3ºC), con sol a raudales, sin atisbo de nubes, viento suave, y con máxima prevista de 16ºC por los madriles.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El Gordo y el Flaco" ("Stan & Ollie"), de Jon S. Baird, y con Steve Coogan y John C. Reilly. Tercer largo de este director, de quien había visto su anterior, "Filth, el sucio" ("Filth", 2013).

Tras veinte años de éxito creciente, el dúo cómico formado por Stan Laurel y Oliver Hardy, conocidos por estos lares como el Gordo y el Flaco, que se iniciaron en el cine mudo y continuaron sin tacha con el sonoro, llegan a la cúspide de Hollywood en el año 1937, y a partir de ahí se fueron viniendo a menos (peleas entre ellos, continuos divorcios de sus sucesivas mujeres, problemas de salud, con el alcohol y el juego) hasta llegar al año 1953, en que ya sesentones y en horas bajas realizaron una gira por diversos teatros del Reino Unido, pequeños teatruchos en los que no conseguían ni de lejos completar el aforo, y alojándose en humildes pensiones. Sin embargo, poco a poco fueron teniendo más éxito, retomando pasada gloria, tanto que hasta pudieron instalarse en hoteles de lujo y llenar un día tras otro grandes salas de prestigio. Finalizada la tournée se retirarían definitivamente, de los escenarios y del cine.

Una buena película (nota: 6) que vi con agrado, con toques de comedia, lógicamente, que nos relata un breve episodio biográfico de esta famosa pareja de cómicos, durante su última gira profesional, en su ocaso artístico, con un último canto del cisne. Pareja de cómicos, colegas... e incluso amigos, a pesar de sus disensiones. Historia de una amistad de largo recorrido, que resiste al desgaste del tiempo, que el roce hace el cariño, pero también el desencuentro momentáneo. Y de amor y entrega por su profesión, hasta casi morir con las botas puestas.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que tal vez engorden la nuestra enflaqueciendo nuestras pendencias:

 - "Todos estos humores, sectas, juicios, opiniones, leyes y costumbres nos enseñan a juzgar sanamente los nuestros y educan al propio juicio a reconocer su imperfección y flaqueza natural: lo cual no es un aprendizaje despreciable".  (Michel E. de Montaigne).

 - "Estudia y aprende a sufrir con paciencia cualesquiera defectos y flaquezas ajenas, pues tú también tienes muchos que te sufren los otros".  (Tomás de Kempis).

 - "El arte de ser sabio consiste en saber a qué se le puede hacer la vista gorda".  (William James).

 - "Ver cumplido un sueño, sudar la gota gorda realizando un trabajo solitario, tener la oportunidad de crear; esa es la sustancia de la vida. El dinero no es más que un adorno".  (Bette Davis).

Besos y abrazos,

Don.
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