En
este primer día de primavera de calendario tanto los matutinos como yo andamos
la mar de satisfechos y airosos, tratando de no engreírnos, que caeríamos
gordos y nos haríamos un flaco favor, pero sí de reírnos. La simpática mañana
se nos ha levantado fresca (3ºC), con sol a raudales, sin atisbo de nubes,
viento suave, y con máxima prevista de 16ºC por los madriles.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "El Gordo y el Flaco"
("Stan & Ollie"), de Jon S. Baird, y con Steve Coogan y John C.
Reilly. Tercer largo de este director, de quien había visto su anterior, "Filth, el sucio" ("Filth", 2013).
Tras
veinte años de éxito creciente, el dúo cómico formado por Stan Laurel y Oliver
Hardy, conocidos por estos lares como el Gordo y el Flaco, que se iniciaron en
el cine mudo y continuaron sin tacha con el sonoro, llegan a la cúspide de
Hollywood en el año 1937, y a partir de ahí se fueron viniendo a menos (peleas
entre ellos, continuos divorcios de sus sucesivas mujeres, problemas de salud,
con el alcohol y el juego) hasta llegar al año 1953, en que ya sesentones y en
horas bajas realizaron una gira por diversos teatros del Reino Unido, pequeños
teatruchos en los que no conseguían ni de lejos completar el aforo, y
alojándose en humildes pensiones. Sin embargo, poco a poco fueron teniendo más
éxito, retomando pasada gloria, tanto que hasta pudieron instalarse en hoteles
de lujo y llenar un día tras otro grandes salas de prestigio. Finalizada la
tournée se retirarían definitivamente, de los escenarios y del cine.
Una
buena película (nota: 6) que vi con agrado, con toques de comedia,
lógicamente, que nos relata un breve episodio biográfico de esta famosa pareja
de cómicos, durante su última gira profesional, en su ocaso artístico, con un
último canto del cisne. Pareja de cómicos, colegas... e incluso amigos, a pesar
de sus disensiones. Historia de una amistad de largo recorrido, que resiste al
desgaste del tiempo, que el roce hace el cariño, pero también el desencuentro
momentáneo. Y de amor y entrega por su profesión, hasta casi morir con las botas
puestas.
Ahora
unas citas de sabiduría ajena, que tal vez engorden la nuestra enflaqueciendo
nuestras pendencias:
- "Todos estos humores, sectas, juicios,
opiniones, leyes y costumbres nos enseñan a juzgar sanamente los nuestros y
educan al propio juicio a reconocer su imperfección y flaqueza natural: lo cual
no es un aprendizaje despreciable".
(Michel E. de Montaigne).
- "Estudia y aprende a sufrir con
paciencia cualesquiera defectos y flaquezas ajenas, pues tú también tienes
muchos que te sufren los otros".
(Tomás de Kempis).
- "El arte de ser sabio consiste en saber
a qué se le puede hacer la vista gorda".
(William James).
- "Ver cumplido un sueño, sudar la gota
gorda realizando un trabajo solitario, tener la oportunidad de crear; esa es la
sustancia de la vida. El dinero no es más que un adorno". (Bette Davis).
Besos
y abrazos,
Don.
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