martes, 19 de septiembre de 2023

Enrabietada rata matutina

¡Buenos días!

No sé si es una errata, pero quizá quería haber puesto esto mismo en lugar de rata en el título, porque no nos equivoquemos, que estos matutinos, amén de sosegados siempre, ni son tacaños, viles o despreciables, al menos para mí y conmigo. Pero ni por esas me enfado, así que me dedico a ver a través de mi ventanuco como pasan las nubes que esta mañana recién amanecida apenas ensombrecen el sol y que ni por asomo dejan ni dejarán caer gota alguna, como las generosas de este pasado fin de semana que nos empaparon a base de bien. La máxima prevista para hoy por los madriles será de 25ºC.

Este fin de semana estuve en el teatro viendo la obra "Rabia", escrita por Claudio Tolcachir y otros a partir de la novela homónima de Sergio Bizzio, dirigida por él mismo y Lautaro Perotti, e interpretada también por Claudio Tolcachir... el solo, que es un monólogo. De este director, dramaturgo y actor argentino había visto anteriormente otras dos obras suyas escritas y dirigidas por él (aunque no interpretadas), "Tercer cuerpo (La historia de un intento absurdo)", y "La omisión de la familia Coleman", y otras cinco dirigidas por él aunque escritas por otros, "Las guerras de nuestros antepasados" de Miguel Delibes, "Copenhague" ("Copenhagen") de Michael Frayn, "La mentira" ("Le mensonge") de Florian Zeller; "Tierra del fuego" de Mario Diament, y "Todos eran mis hijos" ("All my sons") de Arthur Miller.

Tras ser despedido y haber tenido un grave incidente con su jefe, un hombre se esconde en la buhardilla de la mansión señorial en la que trabaja su novia como criada interna, sin que nadie lo sepa, ni siquiera su chica. Allí, cual fantasma, será testigo de la vida de ella y de sus señores, sin poder hacer nada ante las injusticias de las que va siendo testigo, mientras se las ingenia para buscarse la vida allí y tratar de contactar con ella sin que sepa dónde está.

Fascinante obra de teatro (nota: 9), extremadamente simple, un actor hablando en tercera persona de sí mismo (el personaje), un escenario sin apenas aparejos, algo de iluminación que refuerza la narración, y el sumo arte de saber contar un cuento, o historia para no dormir (o sí), el sumo placer de que te lo cuenten, en el que se masca la constante tensión de ser descubierto, y no veas como me enganchó, exacerbando mi imaginación, viendo cosas sin que se muestren en escena, como cuando se lee una novela. Por momentos, llegué a sentir que más que en una sala de teatro estaba escuchando un audiolibro. Y además subyace cierta crítica social. El argumento se parece, y mucho, al de una película que vi hace menos de un año, "No mires a los ojos" (2022) de Félix Viscarret, también basada en otra novela de autor distinto.

Pues ya toca que, tranquilamente, pasemos a estas citas de sabiduría ajena, que no son precisamente de rabiosa actualidad, pero que nos valen desde y para siempre, incluso ahora mismo:

 - "Prefiero pasar por necio o estúpido, con tal de que mis faltas me den placeres o ilusiones, que ser sabio a rabiar".  (Horacio).

 - "La rabia de los celos es tan fuerte que fuerza a hacer cualquier desatino".  (Miguel de Cervantes).

 - "Muerto el perro, se acabó la rabia".  (Refrán).

 - "Muchas veces me ha pasado eso: luchar incesantemente contra un obstáculo que me impide hacer algo que juzgo necesario o conveniente, aceptar con rabia la derrota y finalmente, un tiempo después, comprobar que el destino tenía razón".  (Ernesto Sábato).

Besos y abrazos,

Don.

_____

No hay comentarios: