¡Buenos días!
Pues creo que es la que se me queda no solo tras salir de ellos cada mañana, y haber pasado un gratificante rato, sino que la tengo desde incluso antes de entrar, solo con pensar en hacerlo, en mis bien amados matutinos, amor nada posesivo y en el que cada cual hacemos lo que buenamente nos parece para mejorar el bienestar del otro, sin imposiciones mutuas; y como ambos estamos de acuerdo, pues así quedamos, en vernos casi cada mañana porque nos apetece. Y radiante sonrisa se me está poniendo esta mañana a pesar de estar recién levantado y todavía somnoliento, ahora que veo por la ventana que el día se ha vuelto gris y tristón, incluso delicadamente lloroso con las primeras y tímidas gotas de lluvia que nos acarician suavemente en la coronilla. La máxima prevista para hoy por los madriles será de 23ºC.
Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Peter von Kant" (2022), de François Ozon, basada libremente en la película "Las amargas lágrimas de Petra von Kant" ("Die bitteren tränen der Petra von Kant", 1972) de Rainer Werner Fassbinder, que no he visto, y con Denis Menochet (gran actuación la suya), Khalil Ben Gharbia, Stefan Crepon, Isabelle Adjani, Hanna Schygulla, y Aminthe Audiard. De este espléndido director había visto once de sus anteriores largos, a saber: "Todo ha ido bien" ("Tout s'est bien passé", 2021), "Verano del 85" ("Été 85", 2020), "Gracias a Dios" ("Grâce à Dieu", 2018), "El amante doble" ("L'amant double", 2017), "Frantz" (2016), "Una nueva amiga" ("Une nouvelle amie", 2014), "Joven y bonita" ("Jeune & jolie", 2013), la magistral "En la casa" ("Dans la maison", 2012), "Potiche, mujeres al poder" ("Potiche", 2010), "Swimming Pool (La piscina)" ("Swimming pool", 2003), y "8 mujeres" ("8 femmes", 2001).
Año 1972. Peter von Kant, un afamado y prestigioso director de cine, acaba de romper con su último novio. Vive con su solícito asistente, al que trata como a un esclavo, maltratándolo y humillándolo verbalmente, y que le ama en silencio contenido. Recibe la visita de su mejor amiga, una actriz que fue su musa en sus primeros años como cineasta, acompañada por un apolíneo joven de origen humilde, del que se enamora perdidamente nada más verlo y le ofrece ser actor en su siguiente película y además alojamiento en su lujoso apartamento. Pero meses después, en cuanto el joven consigue ser famoso, rompe con Peter y regresa con su esposa, a la que abandonó entonces, dejándole sumido en la más desesperada de las soledades, que ni su amiga, ni su madre ni su hija son capaces de mitigar.
Película que no me acabó de convencer (nota: 5), a pesar de algunos excelentes momentos repartidos por el metraje, ni me gustó tanto como otras anteriores de este brillante director, buena parte de ellas estupendas para mí. Historia con ascendiente teatral, y también algo autobiográfica (de Fassbinder), según he leído, sobre amores arrebatados y destructivos, autodestructivos, también posesivos que tratan de someter al otro y que nunca llevan a buen puerto.
Bueno, no lloréis en la despedida, que aquí están las citas de sabiduría ajena y a lo mejor os dejan algún retazo de melancólica sonrisa:
- "Las lágrimas derramadas son amargas, pero más amargas son las que no se derraman". (Proverbio Irlandés).
- "Las lágrimas, por sí solas, nos enseñan a arrepentirnos de nuestras propias equivocaciones y a comprender las de los demás; a derramar un poco de aceite y de miel que tenemos en el corazón sobre las llagas de toda la humanidad". (Ugo Foscolo).
Las lágrimas son agua y van al mar.
Dime, mujer: cuando el amor se olvida,
¿sabes tú dónde va?". (Gustavo Adolfo Bécquer).
Besos y abrazos,
Don.
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