¡Buenos días!
En estos matutinos en los que me abro de par en par, aunque no sé si tanto como para que sea descarnadamente, no ha lugar a pelillo alguno que deba echar a la mar, pues ni me dan morcillas ni por tanto hay agravios que olvidar (ni recordar, por supuesto) en este gratificante entorno de salud y bienestar anímicos en el que me recojo con regularidad, y tan bien me acoge. Y los pelillos como escarpias se me han puesto, casi como cerdas, no de frío precisamente, al ver la máxima prevista para hoy por los madriles... ¡30ºC, ya bien avanzado el teóricamente otoñal mes de octubre!... que no sé si nos harán sudar como cerdos, pero seguro que algo nos agobiarán a poco que aumentemos el ritmo. Habrá que resistir, encararlos chapoteando en el agua o lo que buenamente mejor os parezca.
Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Cerdita" (2022), de Carlota Pereda, y con Laura Galán, Richard Holmes, Carmen Machi, Julián Valcárcel, Irene Ferreiro, Camille Aguilar, Claudia Salas, Chema del Barco, Fernando Delgado-Hierro, José Pastor, y Pilar Castro. Es el primer largo de esta directora. Además, cuando llegué a casa, vi en YouTube el premiado corto homónimo (2018) de esta directora y en el que obviamente se basa la película hoy glosada.
Una adolescente sufre aterrorizada las continuas burlas, humillaciones y acoso de otras chicas de su pueblo debido a su manifiesta obesidad, y ni su antigua mejor amiga sale en su defensa. Cuando llega el verano, sus temores se acrecientan y trata de ir a la piscina cuando no hay nadie que pueda verla. Un día aparece un desconocido por el pueblo y secuestra a sus acosadoras. Ella sabe más de lo que cuenta cuando le preguntan y se debate entre hablar y salvar a las chicas o no decir nada para proteger al hombre que involuntariamente la ha salvado.
No me agradan especialmente las películas de terror y a pesar de ello y de un sangriento final bastante gore (todavía menos de mi gusto), me pareció una buena película en general (nota: 6), aunque visto el corto, también bueno, creo que el alargamiento de esta historia no sé si fue algo innecesario, aunque desde luego sí que algo aclaratorio de ciertos comportamientos. Es una especie de sublimación, de exageración de los cotidianos terrores que se pueden llegar a vivir, muy especialmente por parte de los adolescentes, temerosos de no encajar, de la presión del entorno social y familiar, especialmente si este es pequeño, lo que lo hace más opresivo en apariencia, de cómo las redes sociales amplifican esto. Reflexión y denuncia del acoso y de los que no hacen nada por evitarlo. Y del monstruo que todos llevamos dentro y a veces dejamos salir.
Ahora llega la sabiduría ajena, en la que no meteré mis más o menos improvisadas morcillas, aunque creo que alguna vez alguna os he colado, sino las de otros con más fundamento:
- "Prefiero ser un Sócrates dubitativo a un cerdo satisfecho". (Martin Heidegger).
- "Llovió tan fuerte que todos los cerdos se lavaron y todos los hombres se emporcaron". (Georg Christoph Lichtenberg).
- "Todo es bello o tiene su belleza. Hay que hablar de un cerdo como de una flor". (Jules Renard).
Besos y abrazos,
Don.
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