miércoles, 14 de octubre de 2020

Matutinos amores que alguna vez fueron

¡Buenos días!

En los tantos años que ya llevan conmigo, alguna vez se me enamoriscaron, más o menos ilusamente, con las consiguientes decepciones, aunque nada grave, más bien al contrario, pues reforzaron su natural ser que hoy día disfruto, pues no hay mal que por bien no venga, que dice el sabio refrán. Y el verano hace ya semanas que se fue, aunque a ratos quiere volver a nosotros, pero tras el equinoccio del mes pasado no son más que inútiles amagos, porque lo pasado pasado está, y hay que centrarse en el delicioso otoño que nos envuelve, hoy con este algo más fresco día, con 17ºC de máxima prevista, muy soleado y con alguna nube caprichosa que apenas le hace sombra.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Verano del 85" ("Été 85", 2020), de François Ozon, cuyo guion, también escrito por el, como suele, está basado en la novela "Dance on my grave" de Aidan Chambers, y con Félix Lefebvre, Benjamin Voisin, Philippine Velge, y Valeria Bruni Tedeschi. De este director había visto nueve de sus anteriores largos, casi todos estupendos cuando menos: "Gracias a Dios" ("Grâce à Dieu",2018), "El amante doble" ("L'amant double", 2017), "Frantz" (2016), "Una nueva amiga" ("Une nouvelle amie", 2014), "Joven y bonita" ("Jeune & jolie", 2013), la magistral "En la casa" ("Dans la maison", 2012), "Potiche, mujeres al poder" ("Potiche", 2010), "Swimming Pool (La piscina)" ("Swimming pool", 2003), y "8 mujeres" ("8 femmes", 2001).

Es verano en una pequeña localidad costera de Normandía. Un chico de 16 años naufraga con su pequeño velero y es rescatado por otro de 18 que por allí también navegaba. Inmediatamente se hacen amigos... y mucho más, pues surge entre ellos una gran atracción sexual y la pasión amorosa se desata al calor del verano.

Una muy buena película (nota: 7) este romance adolescente de iniciación, con su puntito tanatofílico, contado a la manera de un thriller, muy bien narrado, con la habitual maestría de su director y guionista, aunque esta vez le costó algo el ganar mi interés. Juguetea con la metaliteratura, ¿qué es ficción, qué es realidad?, tanto en general como en las relaciones amorosas, pues solemos proyectar sobre nuestros seres amados nuestras propias expectativas, cuando no fingimos, o nos autoengañamos proyectando nuestras ilusiones casi nunca reales. También va del poder terapéutico de contar, de contarnos historias. Y sobre todo, de los amores primerizos, que tantas ilusiones despiertan en los que despiertan al amor, pero también de las promesas rotas, y de los duelos por los amores perdidos, muy peculiares en este caso, para superarlos y seguir adelante.

Ahora, como siempre, antes de acabar con este matutino, unas citas de sabiduría ajena que nos ayuden a sobrellevar la espera hasta el siguiente:

 - "Lo verdaderamente mágico de nuestro primer amor es la absoluta ignorancia de que alguna vez ha de terminar".  (Benjamín Disraeli).

 - "Al primer amor se le quiere más, a los otros se les quiere mejor".  (Antoine de Saint Exupéry).

 - "Me gustan más los ensueños del futuro que las historias del pasado".  (Thomas Jefferson).

 - "Necesitamos desesperadamente que nos cuenten historias. Tanto como el comer, porque nos ayudan a organizar la realidad e iluminan el caos de nuestras vidas".  (Paul Auster).

Besos y abrazos,

Don.

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