¡Buenos días!
Como cada mañana me asomo a
este mundo matutino, que me recibe siempre con los brazos abiertos de par en
par, y al que cuento algunas de mis más íntimas confidencias, siempre en el
filo entre realidad y ficción, para que él las difunda por doquiera que alguien
las quiera escuchar o leer, y del que aprendo, como buen alumno, todo lo que
quiera enseñarme. Por lo demás, el otoño sigue a lo suyo, colándose por
nuestros más leves resquicios, embriagándonos con su natural discurrir,
sorprendiéndonos con sus historias, que van y vienen, según los días, bien sean
grises, obnubilados o lacrimógenos cuando caen chubascos, o bien frescachones y
radiantemente luminosos cuando bajan las temperaturas o hace sol, jugando
siempre con nuestros estados de ánimo ... si es que nos dejamos influenciar por
ello.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo una película sobresaliente, es más, de matrícula de honor, y que
por tanto os recomiendo muy encarecidamente que vayáis a ver. Brillante y
genial. Se trató de "En la casa" ("Dans la
maison"), de François Ozon, y con Fabrice Luchini, Ernst Umhauer, Kristin
Scott Thomas, Emmanuelle Seigner, Bastien Ughetto, y Denis Ménochet. Está
inspirada en la obra del dramaturgo español Juan Mayorga titulada "El
chico de la última fila". De este director había visto, hasta ahora, sólo
tres de sus anteriores doce largos, todos excelentes: "8 mujeres"
("8 femmes", 2001),
"Swimming Pool (La piscina)" ("Swimming pool", 2003), y "Potiche, mujeres al poder"
("Potiche", 2010).
Comienza un nuevo curso en
el instituto y un profesor de literatura francesa corrige aburridamente los
deberes de sus alumnos, una redacción. Están llenas de faltas de ortografía y
son un desastre. Sin embargo, una de ellas demuestra que su autor posee una
perspicaz y sutilísima mirada hacia el banal mundo cotidiano que le rodea.
Indaga quien puede ser ese alumno y resulta ser un enigmático adolescente que
se sienta al fondo de la clase. En su redacción ha escrito, de un modo
fascinante y perturbador, sobre la familia de uno de sus compañeros de clase, y
el profesor le anima a que siga escribiendo sobre ello, viéndole madera de gran
narrador. Comienza así a seguir escribiendo sucesivas redacciones con
estructura de folletín, desarrollando la historia bajo la tutoría del profesor,
que enganchan compulsivamente a éste (y a su esposa), y en las que cada vez
está menos clara la frontera entre lo que es realidad observada y ficción,
además de que parecen afectar a (y meterse en) no sólo en la vida privada de la
familia de su amigo, sino también en la del profesor y su esposa.
Una magistral película,
poliédrica, irónica, cínica, ingeniosísima, muy divertida, sobre el arte de
como narrar una buena historia, sobre nuestra necesidad de que nos cuenten
cosas que nos alejen momentáneamente de la realidad, sobre ... Desde el mismo
principio, avanza vibrantemente y con mucho ritmo, jugando con el espectador,
como hace un prestidigitador, manipulándonos, a base de quiebros narrativos,
como asimismo hace el aventajado alumno con el profesor. Es un gran efecto
Pigmalión en sentido bidireccional, multidireccional. Está trufada con
metalenguajes, metaficción y metarrealidad. Por el hecho de diseccionar el
proceso creativo tiene mucho que ver con su film "Swimming pool"; y por ese voyeur que todos llevamos dentro a
esa obra maestra que es "La ventana indiscreta" ("Rear
window", 1954), de Alfred Hitchcock, amén de varias otras influencias.
Ahora os abro de par en par
la sabiduría de otros que he ido fisgando por ahí:
- "El espectador es un voyeur que quiere
que la historia vaya más lejos".
(François Ozon).
- "La imaginación hace cuerpo de lo que
es visión". (refrán).
- "Sin el consuelo de la lectura,
fácilmente moriríamos de tedio".
(Marquesa de Sévigné).
- "La lectura hace al hombre completo; la
conversación, ágil; la escritura, preciso". (Francis Bacon).
- "El arte de escribir consiste en el
arte de interesar". (Jacques
Delille).
- "Si un hombre cualquiera, incluso
vulgar, supiese narrar su propia vida, escribiría una de las más grandes
novedades que se hayan escrito jamás".
(Giovanni Papini).
- "Necesitamos desesperadamente que nos
cuenten historias. Tanto como el comer, porque nos ayudan a organizar la
realidad e iluminan el caos de nuestras vidas". (Paul Auster).
Besos y abrazos,
Don.
P.D.: Continuará ...
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