Como
buen matutino es lo que es, es eso mismo, va a su libre albedrío, sin seguir
las aparentes reglas que le conforman, que se pueden romper en cualquier
momento, como de hecho así ha venido sucediendo desde los matutinos inicios,
casi imperceptiblemente, pues no hay más que ver que los del primigenio ayer
poco se parecen a los de hoy. Así que es inútil resistirse al cambio, pues ya
lo decía Heráclito de Éfeso, que nada es permanente a excepción del cambio.
Ortodoxa regla que sigue la voluble primavera, que no sigue ninguna, pura
paradoja para darse cuenta de que haga el tiempo que haga en estos días,
siempre será primavera, ya nieve, ya nos torremos al sol. Hoy, sin embargo,
tocan lluvias intermitentes, con sol y nubes varias, con 19ºC de máxima
prevista, y la más pura inconstancia que le caracteriza.
Este
fin de semana terminé de ver la única temporada de "Unorthodox"
(2020), recién estrenada serie televisiva de Netflix
que consta de 4 capítulos de 50 minutos de duración cada uno, y que vi de un
tirón en una sola tarde cual si de dos largos de metraje estándar en sesión
continua, o uno de gran duración, se tratara. Basada en la autobiografía
"Unorthodox: The scandalous rejection of my hasidic roots" de Deborah
Feldman, está creada por Alexa Karolinski y Anna Winger, dirigida por Maria
Schrader, e interpretada por Shira Haas, Amit Rahav, y Jeff Wilbusch. De la
directora había visto uno de sus anteriores largos, "Stefan Zweig: Adiós a Europa" ("Vor der
morgenröte: Stefan Zweig in Amerika" - "Stefan Zweig: Farewell to
Europe", 2016).
Una
joven de 19 años que vive en el seno de una hermética comunidad ultraortodoxa
judía de un barrio de Nueva York, tras un año casada (matrimonio concertado por
sus respectivas familias), deja repentinamente atrás su vida e, ignorante de
casi todo lo mundano, se va a Berlín casi que con lo puesto, donde vive su
madre, que la abandonó cuando era un bebé, teniendo que criarla su abuela y su
tía. Mientras se busca la vida en la nueva ciudad y va descubriendo un nuevo
mundo, irá repasando su reciente vida pasada en momentos de introspección. Su
atribulado marido y el díscolo primo de este, por orden del rabino, parten en
su busca para obligarla a regresar al redil.
Estupenda
serie (nota: 8) sobre una joven que escapa de su opresiva
comunidad religiosa para vivir su propia vida, sin que se inmiscuyan los
dictados de sus correligionarios. Pudiera parecer una distopía, pero lo que se
nos narra es absolutamente real y actual. Además, esta huida de los rigores
dogmáticos de su opresiva comunidad (especialmente insoportable para las
mujeres) puede leerse metafóricamente para el resto en el sentido de no
dejarnos enjaular por ellos, y no me refiero ahora a los religiosos dogmas,
sino a las presuntas verdades socio-económicas, o de otro tenor, que nos tratan
de vender para nuestro supuesto bienestar. Todos pueden encadenar nuestras
mentes con invisibles barrotes sin dejarnos ver otras posibles opciones, otras
versiones del mundo que nos rodea. A ratos minucioso retrato de las
recalcitrantes y casi surrealistas tradiciones de ese grupo, absolutamente
anacrónicas, que muestra sin juzgar, en definitiva aboga por cortar raíces
cuando nos oprimen la libertad, esencialmente la mental, y buscar nuevos
caminos a nuestro aire, no según las neuras de otros, que de buenas intenciones
está empedrado el camino al infierno, según reza el aforismo. Esta serie me
recordó, y mucho, a una magistral película, de 10, que vi hace un par de años: "Disobedience" (2017) de Sebastián Lelio, y que también
está en el catálogo de Netflix.
Bueno,
es norma que al llegar al final os ponga unas citas de sabiduría ajena, y yo no
me la salto, pero vosotros haced lo que queráis, según vuestro parecer:
- "Siempre me ha interesado observar el
cuidado que ponen los creyentes en respetar las reglas y prohibiciones, cuando
aplican tan poco la esencia y la sabiduría del cristianismo a su vida
cotidiana". (Cristian Mungiu).
- "Cuando las personas están menos
seguras, suelen ser más dogmáticas".
(John Kenneth Galbraith).
- "Las cadenas que nos oprimen son las
que menos pesan". (Madame de
Swetchine).
- "Las cadenas de la esclavitud solamente
atan las manos: es la mente lo que hace al hombre libre o esclavo". (Franz Grillparzer).
- "¿Quieres dejar de pertenecer al número
de los esclavos? Rompe tus cadenas y desecha de ti todo temor y todo
despecho". (Epicteto).
- "Vuestro tiempo tiene un límite, así
que no lo perdáis viviendo la vida de otra persona. No os dejéis atrapar por
dogmas, no viváis con los resultados del pensamiento de otras personas. No
permitáis que el ruido de las opiniones ajenas silencie vuestra voz interior. Y
más importante todavía, tened el valor de seguir vuestro corazón e intuición,
porque de alguna manera ya sabéis lo que realmente queréis llegar a ser. Todo
lo demás es secundario". (Steve
Jobs).
Besos
y abrazos,
Don.
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