jueves, 16 de abril de 2020

Preciosos matutinos que tallo con esmero

¡Buenos días!

Brotan a lo bruto de mis neuronas, bullendo cual incandescente magma, torrentes de ideas que se atropellan por salir de mí a conocer el mundo, pero antes he de intentar tallarlas un poquito, no para tomarles la medida, sino para pulirlas algo y que puedan mostrar mejor el lustre que pudiesen contener, en la forma de estos matutinos con sus múltiples facetas. Llevamos ya varios días seguidos en los que el tupido cielo gris no cesa de producir acuosas gemas que, si el sol consigue asomar un poquito por alguna rendija, seguro forman irisados reflejos que, bien organizados, cual perfecto cristal, crearán el consabido arco. La máxima prevista para hoy será de 19ºC.

Hace unos días estuve viendo otra película, pero no en cine, sino en Netflix, que se estrenó a finales de enero. Se trató de "Diamantes en bruto" ("Uncut gems", 2019), de Ben Safdie y Joshua Safdie, y con Adam Sandler, Julia Fox, Kevin Garnett, Idina Menzel, Lakeith Stanfield, Eric Bogosian, y varios más, que es bastante coral, salvo por el omnipresente protagonista. Es el primer largo que veo de este par de hermanos directores.

El propietario de una joyería de Nueva York, sita en el barrio judío de los diamantes, entre cuyos clientes habituales se encuentran algunos famosos, es un ludópata empedernido que se gasta ingentes cantidades de dinero en apuestas deportivas, principalmente sobre baloncesto, lo que le genera grandes deudas con prestamistas que le cuesta mucho devolver a pesar de su riqueza, y para lo que se ve obligado de continuo a hacer malabarismos financieros. Un día consigue a muy buen precio, ilegalmente, una piedra que contiene varias gemas en bruto (ópalos negros) y que piensa subastar por un pastón para lograr saldar todas sus deudas. Por hacerle un favor a una estrella de la NBA a quien admira, y que queda fascinado por el pedrusco creyendo además que tiene propiedades mágicas, se la presta por unos días, pero no se la devuelve en el plazo prometido, con lo que se rompe la cadena de trapicheos, la mayoría trueques, que tenía montada para saldar su deuda, viéndose obligado a un frenético periplo para intentar enmendar el embrollo en que está metido, sin dejar en ningún momento de seguir apostando por doquier.

Buena película en general (nota: 6), cuya historia no me dijo nada en especial, pues este tipo de películas lo tienen más difícil conmigo para atraparme, aunque sí lo consiguió en parte por sus adrenalínicas maneras, aunque algo estresante me pareció el seguir la arrebatada peripecia del protagonista, ansioso, casi que al borde del perpetuo infarto, con las que la película logró engancharme. Es un vertiginoso thriller, muy intenso, de sincopado ritmo, cámara nerviosa, y diálogos atropellados. Nos habla sobre desmedida ambición, sobre adicción; y quizá destile cierta alegoría sobre el capitalismo feroz que todo lo engulle, casi que a sí mismo también, consumiéndose en su propio averno.

Bueno, ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena que, cual piedras de toque, esmerilen nuestras entendederas para que luzcan lo mejor posible:

 - "Recibid mis consejos con mayor gusto que si recibieseis dinero; anteponed la ciencia al oro; puesto que más vale la sabiduría que todas las joyas preciosas, y nada de cuanto pueda apetecerse es comparable con ella".  (Proverbio Bíblico).

 - "Dicha no busques ansiosa;
nadie la dicha nos da:
la dicha es perla preciosa
que en el corazón reposa
del que buscándola va".  (Pedro Antonio de Alarcón).

Besos y abrazos,

Don.
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