Más
bien diría que casi la regalo, si acaso me bastaría como contraprestación
vuestro disfrute, sin dar gato por liebre, tratando de enseñar a las claras lo
que por mi cabeza se barrunta cada mañana, dejándolo por aquí plasmado. Lo que
ya no se presume es la lluvia que ha vuelto hoy desde primerísima hora, que nos
cae de gratis en la cocorota, reverdeciendo nuestras entendederas, y toda la flora,
dejándonos un magistral tapiz, bellísimo, de ocres sobre fondo verde, cosas del
insuperable y efímero arte natural, todo un obsequio.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "Mi obra maestra",
de Gastón Duprat, y con Guillermo Francella, Luis Brandoni, Raúl Arévalo,
Andrea Frigerio, y María Soldi. De este director argentino había visto tres de
sus anteriores largos, todos codirigidos con Mariano Cohn, ahora metido a
tareas de productor: el documental "Todo sobre el asado" (2016), y dos más de ficción,
excelentes y muy recomendables, "El ciudadano ilustre" (2016), y "El hombre de al lado" (2009).
Un
embaucador galerista de arte es desde hace años el gran amigo, y representante,
de un huraño pintor, muy prestigioso pero venido a menos, pues últimamente no
vende una escoba por haber pasado de moda, lo que le hace estar al borde de la
indigencia. Sus caracteres son diametralmente opuestos, el uno sofisticado y
encantador, y el otro bruto y arisco. Discuten y pelean continuamente tratando
de conciliar el negocio de uno y las veleidades artísticas del otro, tramando
como revalorizar de nuevo su cotización.
Una
buena película (nota: 6), con sus más y sus menos, esta divertida
comedia con toques de humor negro, con momentos muy inspirados y otros de faena
de aliño, que dirían los taurinos. Con el típico humor mordiente de sus autores
se nos habla sobre amistad y, riéndose además, sobre la pedantería del engolado
artista, pagado de sí mismo, y la impostada impostura, podría decirse, que
rodea el mundo del arte, muy especialmente el vanguardista, un engañabobos en
más del 99% de los casos, cuando no todo un fraude, como el mismísimo timo de
la estampita, que algunos llaman negocio, toda una paradoja cuando se enfrentan
los postulados artísticos y los capitalistas. En definitiva, se ríe de todos
los implicados en ese vacuo mundo del postureo artístico.
Me
recordó, y mucho, a una magistral obra de teatro que vi hace casi 20 años,
"Arte", escrita por Yasmina Reza, que comienza con una descarnada
crítica del arte vanguardista, y de los papanatas que compran cualquier cosa
únicamente por su cotización, para rolar hacia un inteligentísimo debate sobre
las relaciones de amistad (y maritales), y de su ruptura, todo impregnado de
irónico y corrosivo humor.
Ahora
ahí os dejo, espero que con mucho arte, unas citas de sabiduría ajena, de las
que espero extraigamos buenas enseñanzas, como de un buen maestro:
- "Creo que el arte moderno ha llegado a
un lugar completamente ridículo. Vomitar sobre la cultura, no es vomitar sobre
el arte. Entre otras cosas porque yo adoro el arte. Vomito, eso sí, sobre el
arte como un elemento decorativo para la mesa del salón comedor. No hay nada
más vomitivo que esos catálogos de arte pensados simplemente para decorar". (Yasmina Reza).
- "Estoy pensando en abandonar el mundo
del arte. Quiero hacer algo que sea un poco más creativo". (Banksy).
- "Un artista es alguien que produce
cosas que la gente no necesita tener pero que él, por alguna razón, piensa que
sería buena idea darles". (Andy
Warhol).
- "Un cuadro de museo es, posiblemente,
el que tiene que escuchar más tonterías en todo el mundo". (Edmond y Jules de Goncourt).
- "Si la naturaleza prevalece sobre la
cultura, se tiene a un salvaje; si es la cultura lo que prevalece, a un
pedante. Solo del equilibrio nace el caballero". (Confucio).
Besos
y abrazos,
Don.
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