Cada
mañana que llega tengo el dilema de si entrar en los matutinos o no. En el
primer caso, con alegre resolución, lo hago, jugueteo cual chaval por estos
lares, dejando volar mi imaginación, y luego sigo mi camino. En caso contrario,
acepto mi propia determinación, y sigo con mi devenir, hasta la siguiente
disyuntiva mañanera. No queda otra. Últimamente, el otoño no tiene esas dudas, pues
nos ofrece agradables días con temperaturas máximas rondando los 12ºC, y sol y
más sol, ya pasadas las frecuentes lluvias, hasta que vuelvan por sus fueros
cuando crean menester. Así que, a disfrutar lo que hay y esté por venir.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo una estupenda película que os recomiendo.
Se trató de "El veredicto (La Ley del Menor)" ("The
Children Act"), de Richard Eyre, basada en la novela homónima (en inglés)
de Ian McEwan, quien también es el guionista, y con Emma Thompson, Stanley
Tucci, Fionn Whitehead. De este veterano director había visto dos de sus
anteriores films: "Diario de un escándalo" ("Notes on a
scandal", 2006) y "Belleza prohibida" ("Stage beauty", 2004).
Una
prestigiosa magistrada del Tribunal Superior de Londres, fría y diligente,
especializada en asuntos familiares relativos a los menores de edad, buena
parte de ellos muy mediáticos, totalmente embebida en el cumplimiento de sus
quehaceres profesionales, tan atareada que ha descuidado los asuntos maritales,
motivo por el cual se encuentra en plena crisis matrimonial, debe encargarse
del caso urgente de un adolescente con leucemia que, por cuestiones religiosas
(es un Testigo de Jehová), se niega a recibir (de acuerdo con sus padres) una
transfusión sanguínea que le salvaría la vida, y que morirá en pocos días si no
la recibe. El caso está claro, pues la ley establece el bien superior de la
vida del menor sobre cualquier otra consideración; pero de manera absolutamente
inusual la jueza decide entrevistarse en el hospital con el menor enfermo para
recabar sus pareceres antes de emitir el veredicto. Esto removerá sentimientos
en ella que creía no tener.
Como
ya dije, estupenda película (nota: 8). Drama que empieza
judicial para dar un giro en su mitad y convertirse en otra cosa. Fluye con
elegante serenidad, casi que señorial, con esa característica flema británica
que les es tan propia. Se reflexiona sobre muchos aspectos de la vida: sobre
impartir justicia y las consecuencias de un veredicto, muchas veces opacas al
sistema judicial tras el dictamen; sobre dilemas morales, bienes supremos y
males menores; sobre responsabilidades paternales y crisis matrimoniales;
sobre... unos cuantos temas más.
Ahora
unas citas de sabiduría ajena, estupendas herramientas que nos ayuden a mejor
discernir cuando se nos plantee la cuestión:
- "Entre los bienes, el mayor; entre los
males, el menor". (Refrán).
- "Hacer el bien en general, a veces es
un bien y a veces es un mal".
(Refrán).
- "La infancia tiene sus propias maneras
de ver, pensar y sentir; nada hay más insensato que pretender sustituirlas por
las nuestras". (Jean Jacques
Rousseau).
- "Sólo juzga bien quien sopesa y
compara, y cuando pronuncia su sentencia más dura nunca abandona la
caridad". (William Wordsworth).
Besos y abrazos,
Don.
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