Eso
creo, que me tienen casi cada día dándoles forma a golpe de tecla, haciendo de
mi voluntad la suya, medio obnubilado desparramando casi sin filtro todo lo que
pasa por mis entendederas tras haber visto una película, obra de teatro en este
caso. De hecho, pienso que me han obligado a mentir en el título, porque esto
será un vespertino, casi sin oposición mía, no sé si conscientemente o
psicotrópicamente, por droga artificial o la producida por mi propio organismo,
como la alucinógena debida a la falta de sueño, con lo que no pude madrugar
para hacer un matutino, o eso creo recordar. Por lo demás, llevamos todo el día
muy gris y lloviendo, haciendo el otoño de su capa un sayo, sin poder hacer
nada al respecto para evitarlo, así que a relajarse y disfrutar del canónico
día de otoño y sus tibios 13ºC de máxima, chapoteando cual chaval por todo
charco con el que me cruce.
Este
fin de semana estuve en el teatro viendo la obra escrita
por Jordi Galcerán "Burundanga. El final de una banda"
(2010), dirigida por Gabriel Olivares, e interpretada por Rebeca Brik, Adriana
Bruguera, Bart Santana, César Camino, y Eloy Arenas. Lleva ocho temporadas
consecutivas en cartel en una sala madrileña. De este autor había visto
anteriormente en el teatro dos de sus obras, las excelentes "El crédito" (2013) y "El método Grönholm" (2003), de la que se hizo una
versión cinematográfica que también vi, "El método" (2005), de Marcelo Piñeyro. Además, había
visto otra película, "Palabras encadenadas" (2003), de Laura Mañá, que está
inspirada en otra pieza teatral suya, homónima, de 1995.
Una
joven estudiante está embarazada de su novio, pero no se atreve a decírselo
pues tiene muchas dudas sobre si él realmente está enamorado de ella. Su
compañera de piso, estudiante de farmacia, le ofrece una solución, darle al
novio escopolamina o burundanga, una droga que anula la voluntad y provoca
amnesia, y la más absoluta sinceridad. Se la echa en una cerveza, pero acaba
por descubrir verdades más allá de lo que pretendía, inesperadas y de
imprevisibles consecuencias.
Una
estupenda obra de teatro (nota: 8), comedia
espléndidamente interpretada y muy divertida, con la que me eché bastantes
carcajadas, tan ingeniosa como las anteriores obras que había visto de Jordi Galcerán,
y con su muy acerada visión sobre la actualidad en la que vivimos. Tras el
inicio, da un giro y trata, con mucho humor e ironía, de un muy espinoso
asunto, que mejor no desvelar, por si alguien todavía no la hubiera visto tras
ocho exitosas temporadas siendo representada. Os la recomiendo si tuvierais
oportunidad de verla, pues amén de daros que pensar, os hará mucho reír.
Ahora
algo de sabiduría ajena, con las siguientes citas, ajustada dosis que pueda
hacer de antídoto de todo aquel que quiera manejaros a su antojo:
- "La razón se compone de verdades que
hay que decir y de verdades que hay que callar". (Rivarol).
- "Por las verdades se pierden amigos, y
por las no decir se hacen desamigos".
(Refrán).
- "Las verdades, como las rosas, tienen
espinas; recíbelas por la parte de la flor y no te pincharás". (Salvador Jacinto Polo de Medina).
- "El pasado es lo que recuerdas, lo que
imaginas recordar, lo que te convences en recordar, o lo que pretendes
recordar". (Harold Pinter).
Besos
y abrazos,
Don.
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