miércoles, 21 de noviembre de 2018

Época de bella liberación matutina

¡Buenos días!

No hace falta que estos matutinos, cual asexuados serafines, se tomen por su cuenta y riesgo la licencia de hacer lo que les plazca, que desde el mismo momento en que salen de mí ya tienen mi tácito consentimiento. Bello día de otoño, gris y lluvioso, que tiene la osadía, no sé si licenciosa, de mostrar impúdicamente toda su hermosura ante nuestros atónitos ojos, sin tapujos ni remilgo alguno, manifestándose tal cual es. Las temperaturas, a la baja, decaen lánguidamente, con 11ºC de máxima prevista para hoy por los madriles.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Colette", de Wash Westmoreland, y con Keira Knightley y Dominic West. Es el quinto largo de este director, de quien había visto su anterior, "Siempre Alice" ("Still Alice", 2014), codirigido, como los otros tres anteriores, con Richard Glatzer, su ya fallecida pareja.

Se narra la vida de la escritora, cabaretera... y multifacética artista, Sidonie Gabrielle Colette (1873-1954), quien con sus actos y obras artísticas escandalizó a la sociedad francesa de la época. Comienza cuando era una joven, criada en un entorno campestre, que se enamora y casa con un hombre 14 años mayor que ella, un crítico literario y representante de incipientes escritores, que la introduce en la bohemia parisina de fines del siglo XIX y principios del XX, cuando la Belle Époque, quien al descubrir sus dotes literarias la anima a escribir, publicando varias novelas como si él las hubiera escrito, que rápidamente alcanzaron un enorme éxito, la serie Claudine, historias basadas en la propia vida y anhelos de ella, con mucha carga sensual y erótica y cierto toque de perversión. Las continuas infidelidades de él con otras mujeres la animaron a ella a hacer lo propio, con más mujeres, dándose recíproco consentimiento ambos para sus deslices, pero a medida que su fama crecía, los celos mutuos y el cada vez mayor abuso de poder por parte de él, acabaron por romper su relación, la marital y la literaria, reclamando ella de paso su pasada autoría.

Una buena película (nota: 6) este melodrama biográfico centrado en el período de su primer matrimonio, sobre la vida y andanzas de esta rompedora mujer a contracorriente, adelantada a su tiempo, que exigía mayor protagonismo ante la cerrazón de su abierto marido y que se empeñaba en romper convencionalismos sociales y sexuales (o de género, que ahora se dice). Por eso de contar la historia real de una mujer sojuzgada por el patriarcado imperante (su aprovechado marido) que acaba por liberarse vital y artísticamente consiguiendo que reconozcan la autoría de su obra, me recordó a una película de Tim Burton, "Big eyes" (2014), sobre una pintora estadounidense de los años 50, Margaret Keane. Y casi que por lo mismo a "Mary Shelley" (2017) de Haifaa Al Mansour.

Ya es momento, hermoso momento, de la sabiduría ajena, hoy lógicamente dedicada a la escritora retratada en la película hoy glosada, y que tal vez libere nuestras encorsetadas mentes:

 - "Cuando se es amado, no se duda de nada. Cuando se ama, se duda de todo".  (Sidonie Gabrielle Colette).

 - "Soportaría gustosa una docena más de desencantos amorosos, si ello me ayudara a perder un par de kilos".  (Sidonie Gabrielle Colette).

 - "Hay menos maneras de hacer el amor de lo que se dice, pero más de lo que se cree".  (Sidonie Gabrielle Colette).

 - "Una mujer disfruta con la certeza de acariciar un cuerpo cuyos secretos conoce y cuyas preferencias son sugeridas por el suyo propio".  (Sidonie Gabrielle Colette).

 - "La seducción que emana de una persona de sexo incierto o simulado es imponente".  (Sidonie Gabrielle Colette).

Besos y abrazos,

Don.
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