domingo, 11 de noviembre de 2018

Cual mimoso gato matutino panza arriba

¡Buenos días!

En este confortable cobijo matutino, tras las nocturnas correrías de mis entendederas tratando de desentrañar los misterios de la película vista recientemente, más que panza arriba y a la defensiva, que este no es lugar para ello, me acomodo ronroneando lo mejor que puedo para disfrutar de las caricias que me procuran mientras me lamo los eventuales rasponazos que el mero hecho de vivir nos va dejando. Desde luego las incesantes gotas de lluvia de estos días otoñales no me los producen, tan suaves y húmedas ellas que se me evaporan al poco de acariciar mi ardor vital, que alocado a veces pudiera parecer, pero que tiene todo el sentido. Máxima prevista para hoy por los madriles, tierra de gatos, de unos tibios 16ºC, que ni escaldan ni hielan.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Bienvenida a Montparnasse" ("Jeune femme"), de Léonor Serraille, y con Laetitia Dosch. Es el debut en el largo de esta joven directora francesa.

Una joven treintañera se encuentra en París, tras haber pasado algo más de 10 años fuera de Francia, en México, junto a su amante, un antiguo profesor suyo, quien justo tras el regreso de ambos acaba de echarla de casa. Está desquiciada, rabiosa, cual desvalido animalillo herido, sin novio, cargando con el gato de él, sin trabajo, sin un céntimo, y sin nadie a quien recurrir, pues a nadie conoce allí ni se trata con su madre por pasadas desavenencias. Deambulará por la fría ciudad, buscando un lugar donde cobijarse, mirando siempre adelante con gran vitalismo, a pesar de las continuas decepciones.

Muy buena película (nota: 7) esta agridulce comedia dramática, muy fresca y sorprendente, sobre una excéntrica e impulsiva joven, alocado personaje de gran inestabilidad emocional, casi que bipolar, tierna a la vez que irascible, según el caso, insegura y perdida, a la que las circunstancias obligan a encontrarse consigo misma, a madurar tardíamente, mientras va dando tumbos de un eventual alojamiento a otro y trata de buscarse la vida. A la que se enfrenta a topetazos, rebosante de vitalidad, desconcertando con sus vaivenes emocionales, dura y frágil a la vez.

A través de la odisea de esta joven mujer, personaje la mar de fascinante gracias a la sobresaliente interpretación de la actriz protagonista, y del modo de narrar, nos habla de la fría soledad en la gran ciudad cuando se han perdido los vínculos, de superar los trompicones que nos propina la vida, de salir con bien de dependencias emocionales, de... El título en español parece aludir, con ironía, a la casi nula buena acogida que se dispensa en las grandes urbes a los recién llegados, que les suelen parecer lugares desalmados, hasta que logran hacerse un hueco, si es que lo consiguen. Por cierto, el fundamental, aunque casi marginal, personaje del gato me pareció el alter ego del personaje principal, ambos tan abandonados, heridos y desvalidos, y al que la joven no cesa de intentar encontrar buen acomodo, como con ella trata de hacer consigo misma.

Ahora unas citas de sabiduría ajena que espero nos enseñen a mejor encarar, sin darnos cabezazos ni revolvernos a zarpazos, los sinsabores que nos depare nuestro vital devenir:

 - "Gato escaldado, del agua fría huye".  (Refrán).

 - "De mis disparates de juventud lo que más pena me da no es el haberlos cometido, sino el no poder volver a cometerlos".  (Pierre Benoit).

 - "¡Ay de aquel cuyo corazón no ha aprendido mientras era joven a esperar, amar y poner su confianza en la vida!".  (Joseph Conrad)

Besos y abrazos,

Don.
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