martes, 27 de noviembre de 2018

Buenas intenciones matutinas sin apariencia de culpabilidad

¡Buenos días!

Ni por lo más remoto se me ocurriría culpar de nada a estos inocentes matutinos, en las antípodas de toda responsabilidad que sus bondadosos actos pudieran provocar, ni siquiera aparentemente. Por lo demás, según las previsiones meteorológicas, tendremos un soleado y agradable día otoñal, con 12ºC de máxima prevista, y presumo que sin atisbo de lluvia, a pesar de alguna nube despistada que no sospecho que deje caer gota alguna.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una excelente película que os recomiendo. Se trató de "The guilty" ("Den skyldige"), de Gustav Möller, y con Jacob Cedergren, casi el único intérprete, que el resto son voces al teléfono. Es el debut en el largo de este director danés nacido en Suecia.

Un policía que ha sido suspendido temporalmente en sus funciones, a la espera de un inminente juicio, apartado del servicio y destinado momentáneamente a la centralita de emergencias del 112, desarrolla su nuevo cometido siguiendo el protocolo, aunque con rutinaria desgana. Una noche, a punto de acabar su turno, recibe la llamada de una mujer aterrada y acaba por deducir que ha sido secuestrada por su ex marido. Sin poder salir de su mesa con teléfono, pondrá todo de su parte, incluso implicándose emocionalmente en exceso, para tratar de localizar el paradero de la mujer con la ayuda de antiguos compañeros que patrullan las calles. A contrarreloj, además de enfrentarse a la precipitación de los acontecimientos, también lo hará a sus problemas familiares y demonios personales.

Espléndida y recomendabilísima película (nota: 8) este absolutamente absorbente thriller de suspense, pleno de tensión y ritmo desde el minuto uno hasta el mismo final, con sorpresas por el camino, y minimalista a más no poder, demostrado que muchas veces menos es más, pues con apenas nada (un personaje, un teléfono, y charlas) logra que toda la película se forje en nuestra imaginación, casi tan desbocada como la del propio protagonista, que se deja llevar por sus emociones y las engañosas apariencias que nublan sus buenas intenciones. Me recordó, y mucho, a un sobresaliente film que vi hace pocos años, "Locke" (2013) de Steven Knight, y también bastante a la estupenda "Buried (Enterrado)" ("Buried", 2010) de Rodrigo Cortés; por la misma manera de las tres en conseguir mucho, muchísimo (tensión, intriga, emoción...) con apenas nada. Puro cine sin adulterar y sin necesidad de ultraprocesar.

Ahora, con la mejor de las intenciones, unas citas de sabiduría ajena, que tal vez ayuden a no dejar que nos confundamos por las apariencias:

 - "Las apariencias engañan la mayoría de las veces; no siempre hay que juzgar por lo que se ve".  (Molière).

 - "En lo que parecemos, todos tenemos un juez; en lo que somos, nadie nos juzga".  (Friedrich Schiller).

 - "Sírvete de lo aparente como indicio de lo inaparente".  (Solón de Atenas).

 - "Que siempre por señales o razones se suelen descubrir las intenciones".  (Alonso de Ercilla y Zúñiga).

 - "Es difícil decir quién nos hace en la vida más daño, si nuestros enemigos con su peor intención, o nuestros amigos con la mejor".  (George Bulwer-Lytton).

Besos y abrazos,

Don.
_____

No hay comentarios: