¡Buenos días!
En esta dulce y fría tarde
de invierno, con máximas que apenas superan los 5ºC, sin heladas todavía,
aunque en pocos días las habrá, luce un sol con los ojos abiertos de par en
par, como yo mismo cuando miro ojiplático la belleza casi pictórica de los
paisajes aún otoñales que me rodean, que trato de aprehender sin llegar a
quedármela, que está a disposición de todos, y de la que trato de aprender todo
lo que quiera mostrarme.
Antes de ayer por la tarde
estuve en el cine viendo "Big eyes", de Tim
Burton, y con Amy Adams y Christoph
Waltz. De este magnífico y muy peculiar director he visto todos sus largos,
salvo su debut con "La gran aventura de Pee-wee" ("Pee-wee's big
adventure", 1985), a saber:
- "Frankenweenie" (2012).
- "Sombras tenebrosas" ("Dark shadows", 2012).
- "Alicia en el país de las maravillas" ("Alice in Wonderland", 2010).
- "Sweeney Todd: el barbero diábolico de la calle Fleet" ("Sweeney Todd: the
demon barber of Fleet Street", 2007).
- "La novia cadáver" ("Tim Burton's corpse bride", 2005).
- "Charlie y la fábrica de chocolate" ("Charlie and the chocolate factory
", 2005).
- "Big fish" (2003).
- "El planeta de los simios" ("Planet of the apes", 2001).
- "Sleepy Hollow" (1999).
- "Mars Attacks!"
(1996).
- "Ed Wood" (1994).
- "Batman vuelve
("Batman returns", 1992).
- "Eduardo
Manostijeras" ("Edward Scissorhands", 1990).
- "Batman" (1989).
- "Bitelchús ("Beetlejuice",
1988).
Historia basada en la vida
real de un matrimonio de pintores norteamericanos que durante fines de los años
50 y primeros 60 alcanzaron una enorme popularidad con sus cuadros, cursis y
pasteleros, en los que había siempre niñas o niños, y eventualmente mascotas
domésticas, de desproporcionados ojos de triste mirada, y que ella pintaba
enclaustrada en su casa, mientras él firmaba alegando su manifiesta habilidad
para el marketing, lo que terminó por hacerles muy ricos, dando el pelotazo
cuando él inventó la masiva comercialización del arte popular. Ella, mujer
tímida y mojigata, minusvalorada y sin mucha autoestima, aceptaba sumisamente
los dictados de su manipulador marido, quien se llevó toda la fama... hasta que
se descubrió el pastel.
Otra estupenda película de
este director que me encanta, esta historia sobre uno de los mayores fraudes
artísticos de fines del s.XX, durante la era del pop-art, y cuando a las
mujeres todavía no se las tenía en cuenta para casi nada, poco más que para
casarse y hacer caso a su marido en todo. Reflexión sobre la mentira en el arte
y de como unas tendencias artísticas lo petan y otras no (cosas de la borregada
que sigue los delirios de algún iluminado). También sobre la mentira en la
familia, en un matrimonio con una mujer don nadie y que nada podía hacer sin
consentimiento del muy parásito marido, pero cuya sumisión cargada de soterrada
frustración constante acaba por devenir en femenina emancipación a través de la
liberación de contar la verdad. Y por supuesto sobre talento artístico (o
presuntamente artístico) versus comercial, que no todos poseen de ambos, y que
a veces hay que saber conjugar en varias personas, por supuesto sin
trampantojos, con la verdad por delante.
Ahora algo de sabiduría
ajena, que tal vez nos abra más los ojos para estar prevenidos ante la mentira:
- "Cuando los labios callan, los ojos
hablan". (Refrán).
- "En general, los hombres juzgan más por
los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden
lo que ven". (Nicolás Maquiavelo).
- "¿A quién va usted a creer, a mí o a
sus propios ojos?". (Groucho Marx).
- "Vale más fracasar honradamente que
triunfar debido a un fraude".
(Sófocles).
- "Un pintor es un hombre que pinta lo
que vende. Un artista, en cambio, es un hombre que vende lo que
pinta". (Pablo Picasso).
Besos y abrazos,
Don.
_____
No hay comentarios:
Publicar un comentario