¡Buenos días!
Todavía me acuerdo, siempre
lo recordaré... bueno, en realidad ya no me acuerdo... de cómo empezaron
conmigo estos matutinos, ¡qué más da!, que siguen a mi vera, todavía y siempre,
viviendo el día a día, mañana a mañana, disfrutando de cada momento juntos
según van surgiendo. Soleada mañana tenemos hoy, con alguna nube,
tranquilizándose poco a poco los arrebatos invernales en estos madriles que nos
acogen, con máxima prevista para hoy de 9ºC y ligeras heladas en esta
madrugada, aunque recuerdo que por la ribera del Arlanzón, donde los matutinos
nacieron, el invierno era más crudo (lo recuerdo perfectamente), y lo es hoy,
donde sigue todavía nevando.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Siempre Alice" ("Still
Alice"), de Richard Glatzer y Wash Westmoreland, y con Julianne Moore
(reluciente mujer y brillantísima actriz), Alec Baldwin, y Kristen Stewart.
Cuarto largo de esta pareja de directores, y primero suyo que veo, que está
basado en la novela homónima de Lisa Genova.
Alice celebra en familia su
50 cumpleaños. Es una brillante profesora universitaria de lingüística y autora
de exitosos libros sobre el tema. Al poco, empieza a advertir que le van a más
los olvidos de algunas palabras y situaciones vividas y, preocupada, va al
neurólogo, quien le diagnostica que padece Alzheimer en una fase precoz. Su
vida dará un vuelco total.
Una muy buena película (nota:
7), melodrama muy natural y sin aspavientos, que fluye con sutil
tranquilidad (preciosa canción de los títulos de crédito finales), y que
muestra clarísimamente como es el proceso evolutivo de esa enfermedad, como se
va deteriorando la personalidad de los enfermos, desde sus apenas perceptibles
inicios. Pero también nos habla del obstinado coraje de esta mujer para no
rendirse a las primeras de cambio a los estragos de la enfermedad, haciendo
todo lo que esté en su mano, medios tecnológicos incluidos, para resistirse al
implacable avance de su deterioro neuronal, sin darse jamás por vencida hasta
que su personalidad se apague. Y también deja caer, de soslayo, la
reivindicación a una muerte digna (para quien así lo desee para sí mismo)
mientras se esté en el uso de las facultades mentales.
Curiosamente, uno de los
directores del film padece ELA, la misma enfermedad de Stephen Hawking, cuyo
biopic "La teoría del todo" vi este mismo fin de semana, en la
que se destruye todo el sistema nervioso salvo el cerebro, inhabilitando
totalmente al cuerpo. Justo lo complementario del Alzheimer, donde se destruye
paulatinamente el cerebro (donde reside nuestra auténtica alma, nuestro yo)
hasta su casi total aniquilación, quedando intacto el resto del cuerpo, nuestra
carcasa, mientras vamos dejando de ser nosotros mismos.
Todavía me queda tiempo para
unas citas de sabiduría ajena, que seguro nos ayuda a tomarnos la vida con
tranquilidad, venga lo que tenga que venir. No os olvidéis de tratar de ponerla
en práctica, especialmente esta primera, dada la poca fiabilidad de nuestra
memoria:
- "La tinta de más pobre color vale más
que la mejor memoria". (Proverbio
chino).
- "Recuerdo incluso lo que no quiero.
Olvidar no puedo lo que quiero".
(Cicerón).
- "Conservar algo que me ayude a
recordarte sería admitir que te puedo olvidar". (William Shakespeare).
- "Vivir es desatinar;
tener para destejer;
aprender para olvidar;
amar para recordar
amor que no puede ser
o la alegría de ayer
que nunca vuelve a
pasar". (Antonio Machado).
- "Cuando recordar no pueda,
¿dónde mi recuerdo irá?
Una cosa es el recuerdo
y otra cosa el
recordar". (Antonio Machado).
Besos y abrazos,
Don.
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