martes, 3 de mayo de 2022

Alucinado alunizaje matutino

¡Buenos días!

Cada vez que aterrizo por estos matutinos, más bien alunizo, por eso de estar las más de las veces en Babia, pongo un pie, luego el otro y doy pasos, a saltitos, pequeños o grandes, según se mire, estando luego un ratito por estos lares, y me sorprendo cual infante por cualquier cosa que suceda, y fantaseo con las más peregrinas historias que llevan mi imaginación de aquí para allá, tanto que si pidiera la Luna creo que yo mismo la conseguiría. Llevamos ya varios días seguidos de tormentas, normalmente vespertinas, y hoy creo que no va a ser menos. La máxima prevista para hoy será de 19ºC.

Este fin de semana, además de haber estado en el cine, estuve viendo en Netflix una película, parece que de animación, pero en realidad rodada con actores de carne y hueso y retocada digitalmente para que parezca una novela gráfica animada. Se trató de "Apolo 10½: Una infancia espacial" ("Apollo 10½: A space age adventure", 2022), de Richard Linklater, y con Jack Black (voz en off) y Milo Coy entre varios otros más.

De este director había visto diez de sus anteriores films, a saber, "Escuela de rock" ("School of rock", 2003), "A scanner darkly (Una mirada a la oscuridad)" ("A scanner darkly", 2006), "Bernie" (2011), "Todos queremos algo" ("Everybody wants some!!", 2016), "La última bandera" ("Last flag flying", 2017), "Dónde estás, Bernadette" ("Where'd you go Bernadette", 2019)... y sobre todas las cosas, su trilogía, esas tres joyitas cinéfilas que no os deberíais perder, que son imprescindibles, especialmente para mí la segunda: "Antes del amanecer" ("Before sunrise", 1995), "Antes del atardecer" ("Before sunset", 2004), y "Antes del anochecer" ("Before midnight", 2013). Además de la sobresaliente, "Boyhood (Momentos de una vida)" ("Boyhood", 2014).

Un hombre rememora su vida, y sus fantasías espaciales, cuando era un niño de 9 años que sueña con que es reclutado para una misión de prueba previa a la del Apolo XI porque la cápsula le quedó a la NASA demasiado pequeña para un adulto, en una familia numerosa de clase media con seis hijos, donde era el menor de ellos, en un suburbio residencial del Houston de finales de los años 60, cuando la ciudad y el país entero se estaban preparando para, y a punto de dar, un pequeño paso, o grande, sobre la superficie lunar por primera vez en la historia.

Muy buena película (nota: 7), divertida en muchos pasajes, que empieza relatándonos la fantasía infantil del protagonista, fascinado por la carrera espacial y sus circunstancias, pero que en realidad es todo un minucioso retrato, viñeta a viñeta, de la vida familiar, y una nostálgica crónica de una época, de sus buenos momentos, con algún levísimo destello de crítica social, desde la perspectiva de un niño, sin melindreces de por medio, que está empezando a tomar conciencia del mundo que le rodea, más allá de su protectora escafandra familiar. Está basada en las propias vivencias de su director y guionista.

Ahora, tras haber reposado por aquí, y antes de volver posarme sutilmente, algo ingrávido, en la polvorienta y terrenal realidad, os dejo este par de citas de sabiduría ajena, especiales, y espaciales porque tal vez abran nuestras entendederas a nuevos mundos:

 - "El tiempo no es sino el espacio entre nuestros recuerdos".  (Henry Frédérick Amiel).

 - "Yo podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un espacio infinito".  (William Shakespeare).

Besos y abrazos,

Don.

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