lunes, 9 de mayo de 2022

Matutino sin oponentes

¡Buenos días!

Pues sí, y no por ello me pongo a dar palos de ciego, que ya caen ellos solos rendidos a mis pies, o no, mejor, que ya están a la orden de mi tecleo sincopado mientras los escribo y me voy perdiendo por entre la selva de mis axones y dendritas en la que bullen mis pensamientos a chispazo limpio. Y aunque todavía estamos de primavera de calendario, con la subida térmica que estamos teniendo los últimos días, y la que seguirá habiendo en los próximos, parece que el verano quiere empezar a enseñorearse del ambiente. Toca resistir, al menos hasta que llegue el próximo solsticio... y más allá. Se prevén 27ºC de máxima por los madriles en esta soleadísima jornada de hoy.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Onoda, 10.000 noches en la jungla" ("Onoda: Ichiman ya o koete", 2021), de Arthur Harari, y con Yuya Endo, Kanji Tsuda, Yûya Matsuura, Tetsuya Chiba, Shinsuke Kato, Inowaki Kai, Issei Ogata, y Taiga Nakano. Es el primer largo que veo de este director francés, que está basado en una peripecia real.

A finales de 1944 Japón ya está perdiendo claramente la II Guerra Mundial. Hiroo Onoda, un frustrado aspirante a piloto kamikaze es reclutado, adiestrado y enviado a una isla filipina, a punto de ser tomada por el ejército norteamericano, para con un muy reducido grupo de soldados hacer una "guerra secreta", consistente en sabotajes y guerra de guerrillas contra los enemigos, sobreviviendo en la naturaleza con lo que pueden, y con la taxativa orden de no suicidarse si intuyeran que iban a caer presos y de resistir hasta lo indecible, hasta la muerte. Los norteamericanos la toman rápidamente y al poco se van, dejando al pequeño comando aislado (y olvidado) en la selva y sin saber que la guerra acaba de terminar (y cuando oyen noticias creen que es una trampa y no se lo creen), luchando contra un enemigo invisible. Poco a poco van huyendo y entregándose o muriendo, hasta que solo quede Onoda, quien estuvo casi 30 años allí emboscado.

Buena película (nota: 6), calmada, aunque no aburrida, y que vi con interés que no desfalleció a pesar de su excesivo metraje de casi tres horas, y que hubiera mejorado si no hubiese durado tanto. Especie de desquiciada aventura existencial (cosas de las absurdas guerras) con trasfondo bélico, real al principio pero en la mente de sorbido seso del protagonista el resto del tiempo, no por la lectura de novelas de caballerías sino por inflexibles órdenes y rígida conducta moral personal.

Ahora ahí os entrego unas citas de sabiduría ajena, ante las que suelo caer rendido sin la más mínima oposición, con la esperanza de que liberen nuestras mentes:

 - "Cuando encuentres oposición, aunque provenga de tu esposo o de tus hijos, trata de superarla por medio de la razón y no de la autoridad, pues una victoria que dependa de la autoridad es irreal e ilusoria".  (Bertrand Russell).

 - "Ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos".  (Buda).

 - "Los amigos suelen abandonarnos a la hora de la desgracia; los enemigos nos siguen hasta la muerte".  (Conde de Romanones).

 - "Si no tienes enemigos es señal de que la fortuna te ha olvidado".  (Thomas Fuller).

Besos y abrazos,

Don.

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