martes, 31 de mayo de 2022

Ausencia matutina a mesa y mantel

¡Buenos días!

No pienso esperar a nadie más, que cada cual, siempre bienvenido, es libre de llegar cuando quiera y pueda y no voy a pasar lista, pues ya me van entrando las ganas de comerme otro matutino, letra a letra, que la vida sigue y la comida se enfría, lo que no quita para echarles de menos, si es que los conocía (a los ausentes). Así que me pongo ya mismo a teclear, que oveja que bala bocado que pierde, que dice el refrán. Pues también ya estoy echando de menos el relativo fresquito de ayer, en esta soleada jornada de hoy, en la que se espera que la máxima por los madriles llegue hasta los 32ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El comensal" (2022), de Ángeles González-Sinde, basado en la novela homónima de Gabriela Ybarra, que narra la historia de su familia, y con Susana Abaitua, Ginés García Millán, Fernando Oyagüez, y Adriana Ozores. Es el tercer largo de esta directora, de quien había visto su anterior, "Una palabra tuya" (2008). Más que directora, amén de haber sido también Ministra de Cultura (2009-2011), es principalmente guionista, habiendo visto la gran mayoría de las películas que ha escrito.

Año 2011: Una joven se enfrenta a la pérdida de su madre tras fallecer a causa de un cáncer fulminante. Durante el proceso, toma conciencia del trágico secuestro y asesinato por parte de la banda terrorista ETA de su abuelo paterno, al que no llegó a conocer, y del que su padre jamás le habló, y ahora quiere saber. Año 1977: Un joven se enfrenta a la pérdida de su padre tras haber sido secuestrado y asesinado por ETA, y desde entonces trata de olvidar lo sucedido.

Película normalita (nota: 5) que ni me disgustó ni me invitó a comer en su mesa con ella, con algún buen detallito por aquí y por allá. Su narración, que iba picoteando entre dos líneas temporales, no acabó de satisfacerme. Historia sobre las diferentes maneras de enfrentarse a un mismo hecho, la pérdida de un progenitor (por el motivo que sea), y al trauma que deja, bien sea compartiendo con otros los hechos para mitigar el dolor, bien sea guardando silencio y tratando de olvidar. Aunque no tienen mucho que ver ambas, pues es otro enfoque sobre las nefastas consecuencias sociales de la aberración etarra, le vi cierta relación con "Maixabel" (2021) de Icíar Bollaín.

Como no hay matutino que se precie sin la asistencia de las citas de sabiduría ajena, ahí os dejo con estas que acudieron a mi llamada:

 - "El placer de los banquetes debe medirse no por la abundancia de los manjares, sino por la reunión de los amigos y por su conversación".  (Marco Tulio Cicerón).

 - "Las personas que comparten y expresan sus sentimientos se adaptan mejor a los cambios".  (Luis Rojas Marcos).

 - "Para todas las heridas del alma, por profundas que sean, el tiempo, ese gran consolador, tiene su bálsamo".  (Christoph M. Wieland).

Besos y abrazos,

Don.

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