¡Buenos días!
No leáis literalmente, no me entendáis mal, que todo me lo dan gratis y no están jerárquicamente por encima de mí (ni por debajo), ni me dan la más mínima orden (y viceversa), que a buen entendedor pocas palabras bastan, pero por si hubiera algún despistado os lo explico, y no me embaraza el decirlo, que con las siete del título expreso lo muy satisfecho y contento que estoy con ellos, tan excelentes para mí como siempre, tanto que tenemos tácitamente firmado un contrato indefinido, hasta el infinito y más allá, sin más contraprestación que nuestra mutua buena disposición del uno hacia el otro. Y perfectamente colmado me siento con los mayúsculos goces que esta primavera nos sigue dispensando, como los de esta soleada y agradabilísima mañana, que nos promete otra deliciosa jornada, en la que las máximas llegarán a los 24ºC por los madriles.
Antes de ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La jefa" (2022), de Fran Torres, y con Aitana Sánchez-Gijón, Cumelén Sanz, Alex Pastrana, Vanesa Rasero, y Pedro Casablanc. Es el primer largo de este director.
Una joven inmigrante que trabaja en una boyante empresa multinacional de moda se queda embarazada sin haberlo planeado. No se lo dice a su novio y duda si tenerlo o no, entre sus profundas convicciones religiosas y su deseo de progresar laboralmente. Sin embargo se lo cuenta a su jefa, la dueña de la empresa, que la creó casi desde la nada con sumo esfuerzo y tesón, una mujer severa e inflexible, hecha a sí misma, que exige lo máximo de sus empleados, pensando que la despedirá al instante (cosa que ya había hecho antes en situaciones similares), pero para su sorpresa no lo hace, y le propone que tenga al bebé, que se lo dé en adopción a ella, y a cambio la ascenderá y pagará una suculenta suma de dinero como contraprestación, con contrato de por medio, cosa que acepta, pero...
Película entretenida (nota: 5), a pesar de algunos excesos que me la deslucieron, que de refilón nos habla de ambiciones (laborales y maternales), de explotación laboral ultraliberal, de vientres de alquiler, de maternidad, entre otras cuestiones. Sin embargo, no deja de ser un pastiche, un patchwork, en cierto modo un pequeño engendro tipo Frankenstein, como si se hubiesen desmembrado y recompuesto estas dos películas, "El diablo viste de Prada" ("The devil wears Prada", 2006) de David Frankel y "La hija" (2021) de Manuel Martín Cuenca, o al menos eso me pareció.
Pues las ordenanzas matutinas me imponen que ahora os deje unas citas de sabiduría ajena, tarea que hago con sumo agrado:
- "De jefes y burros viejos, lo más lejos". (Refrán).
- "Sigue la senda, aunque dé rodeos; sigue al jefe, aunque sea viejo". (Proverbio tuareg).
- "Cuando el jefe puede lo que quiere, se corre el gran riesgo de que quiera lo que no debe querer". (Baldassare Castiglione).
Besos y abrazos,
Don.
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