jueves, 30 de marzo de 2017

Rara avis matutina

¡Buenos días!

No va de pluma este matutino, aunque todos vuelen siempre muy alto, pues no la necesitan, que se escriben en virtual negro sobre blanco a golpe de tecla. Tampoco es que sea especialmente extraño con respecto a los demás... ¡pío, pío, a ver si voy a ser yo el bicho raro... miau! El caso es que a veces así me siento, con independencia de que lo sea o no. Por lo demás, estos días de primavera son de lo más normalitos, con alguna extravagante nube obnubilada rápidamente abrazada por el cálido sol, que luce esplendoroso, con máxima prevista para hoy de 21ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Rara", de Pepa San Martín, y con Julia Lübbert, Emilia Ossandón, Mariana Loyola, Agustina Muñoz, y Daniel Muñoz. Basado en un hecho real de una jueza  que perdió la custodia de sus hijas por vivir con una mujer, es el debut en el largo de esta directora chilena.

Una niña que está a punto de cumplir 13 años vive en casa con su hermana pequeña, su madre divorciada, y la novia de esta. Está empezando a interesarse por los chicos y a preocuparse por lo que le rodea más allá de su madre, con la que empieza a discutir cada vez más, tratando de encontrar su lugar en el mundo. Su padre, casado con otra mujer, cree que los disgustos de su hija tienen que ver con el hecho de la homosexualidad de su ex, pero no es así, son cosas de la adolescencia en general, que se sienten extrañados de sí mismos y también ven rara a su familia, sea la que sea.

Una buena película (nota: 6) este drama naturalista que no hace dramas de lo que nos cuenta ni juzga ni prejuzga a ninguno de sus personajes, que todos tienen sus buenas razones, con toques de humor, sobre los cotidianos problemas de convivencia de una preadolescente que no se siente escuchada en sus deseos ni por su madre ni por su padre, y que va madurando en el proceso de irse abriendo a la vida, vista a través de la desprejuiciada e incisiva mirada de la infancia que se esfuma en el trance y de cómo su inocencia se va perdiendo poco a poco presionada por el entorno social y sus hipocresías. El azar, para ella, ha querido que esto ocurra en su peculiar familia, como podría haberlo hecho en cualquier otra de distinto pelaje. En definitiva, que lo que destila es que la única regla que debería haber para considerar a una familia auténtica sería el genuino amor entre sus integrantes, punto, sin demás consideraciones, que no son sino inútiles prejuicios.

Ahora, como es perfectamente normal al llegar al final de cada matutino, unas citas de sabiduría ajena, que tal vez nos ayuden a no guiarnos por los aparentes prejuicios ni extrañarnos de lo raro, que siempre es relativo, que depende de según como se mire:

 - "Es un mérito bien raro saber juzgar con cordura los tiempos a que se pertenece".  (Honoré de Balzac).

 - "Hay algo en el mundo que es todavía más raro que los brillantes y las perlas: el buen juicio".  (Jean de la Bruyère).

 - "Raro y celestial don, el que sepa sentir y razonar al mismo tiempo".  (Vittorio Alfieri).

 - "La afabilidad y la indulgencia verdadera son frutos raros de la reflexión, de la experiencia y de la razón".  (Barón de Holbach).

Besos y abrazos,

Don.
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