miércoles, 22 de marzo de 2017

Matutino en crudo

¡Buenos días!

Así, sin más aderezos que su propio sabor, para que lo degustéis con la máxima naturalidad, casi como el clima que se nos viene encima desde hoy y durante varios días, con bajón térmico de ocho grados con respecto a ayer, lluvias, y podría ser incluso nieve para mañana por la mañana, aunque nada grave, pues no llegará a la cruda aspereza invernal, pero nos obligará a abrigarnos bien. De momento 11ºC de máxima prevista para hoy... y bajando todavía más para mañana.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Crudo" ("Grave"), de Julia Ducournau, y con Garance Marillier, Ella Rumpf, Rabah Nait Oufella, Laurent Lucas, Joana Preiss, y Bouli Lanners. Es el debut en el largo de esta directora francesa, con el que ha ganado varios premios en diversos festivales.

Una joven que es vegetariana como sus padres, que son veterinarios, va a comenzar su carrera universitaria en la facultad de veterinaria, donde ya está cursando estudios su hermana mayor. Nada más llegar sufrirá junto al resto de novatos las humillaciones de los veteranos, incluida su hermana mayor, mediante crueles novatadas, en una de las cuales le obligan a comer carne cruda. Esta horrible experiencia desencadenará en ella algunos cambios físicos y desatará ocultas pulsiones que desconocía.

Una buena película (nota: 6) con maneras de cine de terror gore (algunas pocas escenas concentradas hacia el final), más cercano al estilo de David Cronenberg, que no es más que el incómodo envoltorio de la hiperbólica metáfora que nos cuenta, sobre el despertar corporal a la vida de los adolescentes, a sus más primarios instintos, con sus cambios físicos llenos de picores y desazones, de su proceso de asimilación de este nuevo peso y gravedad que les oprime y desconcierta. Y de aprender a reprimirlos, a contenerse, en aras de una educada vida social. También de reafirmación del propio yo durante el proceso, con sus luces y sombras. El frenesí caníbal de la adolescente protagonista puede verse como metáfora de la carne en sentido bíblico, es decir, de los placeres del cuerpo, en contraposición a su anterior vegetarianismo en familia como imagen de una vida bucólica y nada lasciva, propia de la pasada inocencia infantil.

Siendo espléndida formalmente y por lo que destila, no me acabó de convencer la historia, algo radical para mí, que tal vez me he ido adocenando con el paso de los años, y aunque no me picaba mientras la veía, en una desagradable desazón me tuvo buena parte de su metraje, que incluía algunas escenas muy remarcables.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que seguro nos ayudan a discernir que nada es tan grave como parece:

 - "El diablo (o el lobo) harto de carne, métese a fraile".  (Refrán).

 - "Ninguna situación es tan grave que no sea susceptible de empeorar".  (Federico II de Prusia).

 - "Esa necesidad de olvidar su yo en la carne extraña, es lo que el hombre llama noblemente necesidad de amar".  (Charles Baudelaire).

Besos y abrazos,

Don.
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