¡Buenos
días!
Nada
es perfecto, ni como imaginamos que será, y debemos ser conscientes de que
nuestros ideales, sueños y anhelos, son eso, irreales, a lo más una asíntota
hacia la que tender, pero no deberíamos aferrarnos a ellos con firmeza, no vaya
a ser que nos vengamos abajo a partir de infinitesimales abismos de distancia
que por lo que sea vayan a más. Que cuanto más rígido sea algo, más fácil es
que se agriete y derrumbe ante cualquier zarandeo. Nada como fluir como el
agua, como esa que nos cayó este pasado fin de semana, y que hoy parece haberse
ido, abriéndose cada vez más el cielo, asomando el vivificante sol que nos
alumbra, haciendo que las temperaturas vuelvan a la primavera que todavía no es
(por calendario), así que aceptemos lo que nos venga de viaje, sea bueno o
malo, que las más de las veces es pasajero.
Este
fin de semana estuve en el cine viendo una película, la que acaba de ganar el
Óscar a la de habla no inglesa, amén de otros premios en diversos festivales.
Se trató de "El viajante" ("Forushande"), de Asghar
Farhadi, y con Shahab Hosseini y Taraneh Alidoosti. Séptimo largo de este
director iraní, todo un brillantísimo maestro para mí, de quien había visto sus
dos anteriores, "El pasado" ("Le passé", 2013), y "Nader y Simin: una separación" ("Jodaeiye Nader
az Simin", 2011), que también ganó el Óscar de su año, y para mí es de
diez. Os recomiendo encarecidamente que vayáis a verla, cualquiera de las tres,
la hoy glosada al cine y las otras dos en cuanto podáis. Yo ya me estoy proponiendo
ver otras anteriores suyas.
Un
joven matrimonio sin hijos debe dejar precipitadamente su piso en Teherán por
amenaza de derrumbe del viejo inmueble debido a unas obras de construcción en
una parcela colindante. Mientras buscan otro apartamento, un compañero de la
compañía de teatro de actores aficionados con la que están representando la
obra "Muerte de un viajante" de Arthur Miller les cede temporalmente
uno suyo, que anteriormente tenía alquilado a una conflictiva mujer. A los pocos
días, la esposa es agredida dentro de la casa cuando estaba sola, incidente que
parece tener relación con la anterior inquilina, lo que hará tambalearse los
cimientos de la vida de la pareja.
Otro
sobresaliente film de este director (nota: 9). Drama, especie de
cuento moral, que mantiene el interés del descubrimiento de la identidad del
agresor, en el que se diseccionan con inteligencia y precisión, como siempre en
la obra de este autor, que deja mucha huella reflexiva, las complejas facetas
del ser humano y sus relaciones familiares y sociales, cuestiones de honor y
justicia y sus consecuencias, mediante el devenir de sus personajes a partir de
un hecho fortuito e imprevisto, una leve fatalidad, una sutil grieta, y de su
lógica, casual y causal, de sucesivas consecuencias que, cual bola de nieve que
engorda pendiente abajo, acaba por desmadejarles. La peripecia de esta pareja,
sobre el trasfondo de la realidad social iraní, a veces se toca, trastocada y
tangencialmente, con lo que sucede en la obra que representan.
Ahora
unas citas de sabiduría ajena, viaje a otros pensamientos de los que tal vez
podamos adquirir gratuitamente, pero con mucho fundamento, algo de su saber:
- "Los filósofos estamos determinados a
pensar nuestro tiempo, cuestionar sus insoportables banalidades y obviedades,
encontrar sus grietas, poner en duda todo tipo de absolutos". (Domingo Hernández).
- "El teatro no puede desaparecer porque
es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma". (Arthur Miller).
- "La vida es un cuento narrado por un
idiota, lleno de sonido y furia que nada significa". (William Shakespeare).
Besos y abrazos,
Don.
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