miércoles, 29 de marzo de 2017

Matutino bienhumorado

¡Buenos días!

No es para menos con este delicioso día de primavera que se nos presenta con 18ºC de máxima prevista y sol vivificante, con algunas despistadas nubes, que ni siquiera le importunan, bienencaradas y la mar de simpáticas ellas, aunque secas de cualquier humor precipitado... precipitable, quería decir, que no es que vayan a no hacernos reír antes de tiempo.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Un hombre llamado Ove" ("En man som heter Ove"), basada en la novela homónima de Fredrik Backman, dirigida por Hannes Holm, e interpretada por Rolf Lassgård, Bahar Pars, Filip Berg, e Ida Engvoll. Es el primer film que veo de este director sueco.

Ove es un tipo de 59 años, gruñón y amargado, obsesionado con el orden y las cosas bien hechas, para el que todo el mundo es un perfecto idiota (incluso a veces él mismo), que enviudó hace pocos meses, recién jubilado a la fuerza, y que es la pesadilla de sus vecinos y de cualquiera que se cruce en su camino y le importune. Solo piensa en reunirse por la vía rápida con su adorada esposa, pues sin su presencia la vida carece de sentido para él. Durante uno de sus siempre frustrados intentos de suicidio conoce a una familia (matrimonio joven con dos niñas) que se acaba de mudar a la casa de al lado, y su metódica vida se verá alterada, de un modo que ni se imagina.

Muy buena película (nota: 7) que os recomiendo, divertida y agradable de ver, esta tragicomedia jocosamente enfurruñada, alegre y triste a la vez, con humor negro y tierna emotividad apta para diabéticos de lo meloso, como yo mismo. Mirada bienintencionada a la vida cotidiana que destila cariñosa comprensión y tolerancia por los extraños comportamientos de algunos, que siempre tienen su oculto porqué. A través de varios flashbacks, recuerdos provocados por la falta de riego sanguíneo en el cerebro mientras el protagonista deambula entre la vida y la muerte al tratar de suicidarse con diversas técnicas, vamos descubriendo toda su historia vital, desde su infancia, y comprendiendo el porqué de su manera de ser actual, acrecentada en acritud conforme los naturales avatares de la vida la han ido golpeando.

Ahora unas citas de sabiduría ajena que nos ayuden a dar un enfoque más complaciente a las vicisitudes que se nos puedan echar encima:

 - "A la ira y al enfado, darles vado".  (Refrán).

 - "Es un necio quien no puede enfadarse; pero es un sabio quien no se enfada, pues el enfado nada compone y sólo castiga al mismo que se enfada".  (Noel Clarasó).

 - "Compartir una sonrisa es una combinación de bondad y sabiduría".  (Burgess Meredith).

Besos y abrazos,

Don.
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