miércoles, 8 de marzo de 2017

Matutino compartido

¡Buenos días!

Otro día más de esos en los que invierno y primavera parecen compartirlo todo, el uno poniendo de su parte el calendario, su veteranía por edad, y la otra su jovial alegría con luminoso sol, juguetonas nubes que lo velan a ratos y dulces temperaturas (máxima prevista de 20ºC), empezando ya desde antes de su principio a hacer travesuras de las suyas con nosotros, incitándonos a retozar como si tal cosa.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El Sr. Henri comparte piso" ("L'étudiante et Monsieur Henri"), de Ivan Calbérac, basado en una obra teatral homónima suya, y con Noémie Schmidt, Claude Brasseur, Guillaume de Tonquédec, y Frédérique Bel. Es el primer largo que veo de este director francés.

El Sr. Henri es un anciano viudo, cascarrabias, huraño y amargado, que vive solo en su piso parisino. Por su delicada salud, su hijo le obliga, contra su voluntad, a alquilar una habitación para que no esté tan solo y esté vigilado, pues no quiere ingresar en una residencia de ancianos. La elegida es una encantadora y vitalista joven estudiante de provincias que inicia su carrera universitaria allí para alejarse del agobio paternal, y con grandes problemas de inseguridad cada vez que se enfrenta a un examen, lo que la hace suspender casi siempre. Dados los apuros económicos de la joven, el misántropo anciano le propone perdonarle seis meses de alquiler a cambio de que seduzca a su hijo cuarentón, para así arruinar su matrimonio, y librarse de su odiada nuera. Como no quiere volver al hogar paterno, no le queda otra que aceptar.

Una buena película (nota: 6) que vi con agrado, esta comedia con algo de trasfondo dramático, con la que solté algunas risas y me emocionó un poco hacia el final, sobre dos personajes antagónicos, que acaban por cambiarse mutuamente sus respectivos devenires vitales para mejor, uno con retranca cínica que ya está de vuelta de todo, y otra ilusionada, a pesar de su falta de confianza en sí misma, y con todo por vivir, pero de los que a veces dudas quien es el más maduro de ambos. También nos habla de aprendizaje, a cualquier edad, y sobre superar las limitaciones que nos autoimponemos o nos imponen.

Ahora comparto de gratis con vosotros unas citas de sabiduría ajena, comenzando por una del propio director, y que en cierto modo podría ser uno de los leitmotiv del film hoy glosado:

 - "Cuando persigues un objetivo, a veces, sin pretenderlo, consigues el resultado contrario".  (Ivan Calbérac).

 - "Naces solo y mueres solo, y en el paréntesis la soledad es tan grande que necesitas compartir la vida para olvidarlo".  (Eric Fromm).

Besos y abrazos,

Don.
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