miércoles, 1 de marzo de 2017

Calabacín matutino relleno

¡Buenos días!

No; ni esto es una receta; ni tengo mi pequeño melón hueco, aunque también pudiera parecer una ensaimada embutida de cabello de ángel en lugar de neuronas, mera apariencia; ni me han rechazado un poquito por gordito mis bien amados matutinos, que tan reconfortante cariño me dan en cuanto tienen oportunidad de hacerlo, y yo que se lo agradezco correspondiéndoles. Quid pro quo. El cielo sigue algo aborregado de nubes, a veces más, otras menos, con temperaturas estables, todavía con predominio solar, pero están pronosticadas precipitaciones, de lluvia o nieve según la altitud, para este próximo fin de semana, bastante más frío que estos días de invierno suave por los madriles.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo otra de animación, hecha con la técnica de stop-motion, "La vida de Calabacín" ("Ma vie de Courgette"), dirigido por Claude Barras, con guión de Céline Sciamma basado en el libro de Gilles Paris "Autobiografía de un Calabacín" ("Autobiographie d'une Courgette"). Con premios en diversos festivales, esta producción suiza ha estado nominada a mejor película de animación en la reciente gala de los Óscar (no ganó). De este director francés es la primera película que veo. Sin embargo, de la guionista Céline Sciamma, había visto sus dos últimos films como directora, "Girlhood" ("Bande de filles", 2014) y "Tomboy" (2011).

Calabacín es un niño que vive con su madre alcohólica que apenas le hace caso, si acaso para regañarle y castigarle por todo, que se queda huérfano al morir ella en un accidente doméstico a causa de su borrachera. Es llevado a un centro de acogida para menores por un amable policía. Al principio, echando en falta a su madre y sintiéndose solo y culpable por el accidente, se mostrará retraído y percibirá su nuevo hogar como algo hostil, pero poco a poco se irá integrando con sus nuevos amigos, cada uno con su particular rareza y trauma, aprendiendo a confiar en ellos y a sentir algo que parece felicidad.

Una estupenda película (nota: 8) este agridulce drama infantil, duro pero sin alharacas, pleno de delicadeza y profundidad, que no esconde las oscuridades de la vida, nada condescendiente y sin el más leve ápice de azúcar añadido, sobre niños maltratados, con algunas preciosas elipsis de esa violencia a lo largo de su breve metraje. El orfanato se nos presenta como remanso de tranquilidad, nada que ver con los horrores que padecían allí los personajes infantiles de Dickens, o fuera los propios protagonistas de este film. En definitiva, un bonito canto a la amistad, a la empatía, a la convivencia y a la tolerancia y confianza en el otro; con un delicioso final que me conmovió.

Ahora un poco de sabiduría ajena, que tal vez nos ayude a ser algo menos atolondrados:

 - "La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir; nada hay más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras".  (Jean Jacques Rousseau).

 - "Los niños adivinan qué personas los aman. Es un don natural que con el tiempo se pierde".  (Charles Paul de Kock).

 - "El amor es para el niño como el sol para las flores; no le basta pan: necesita caricias para ser bueno y ser fuerte".  (Concepción Arenal).

Besos y abrazos,

Don.
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