lunes, 27 de marzo de 2017

Inoportunos amoríos matutinos

¡Buenos días!

No, que siempre me parecen de lo más pertinentes, que cada vez que entro aquí me dejo embelesar por sus encantos y me olvido de la realidad de ahí fuera... hasta que vuelvo a salir a ella. Tampoco me parecen fuera de lugar los chaparrones y frescores casi invernales de este pasado fin de semana, como los de hoy mismo, con máxima prevista para hoy de 12ºC, pues la pasional primavera es así de voluble, y así la debemos aceptar, tal cual es, sin tratar de poner remedio a casi nada, lo que no suele llevar a buen puerto las más de las veces.

Este fin de semana estuve en el teatro viendo la obra de Lope de Vega "La judía de Toledo", dirigida por Laila Ripoll, e interpretada por Elisabet Altube, Federico Aguado, Ana Varela, Mariano Llorente, Teresa Espejo, Marcós León, Manuel Agredano, y Jorge Varandela. De Félix Lope de Vega y Carpio (1562-1635) he visto tres de sus obras teatrales, la primera en versión cinematográfica, "El perro del hortelano", de Pilar Miró (1996); y las otras dos en teatro, "La dama boba" y "La estrella de Sevilla".

El rey Alfonso VIII de Castilla (1155-1214), casado con una princesa inglesa hermana de Ricardo Corazón de León, se enamora de una hermosísima joven judía de la ciudad de Toledo, hasta tal punto que abandona sus deberes como gobernante en una convulsa época de treguas, alianzas y conquistas con sus vecinos leoneses, navarros, aragoneses, portugueses y musulmanes, abandonando asimismo a su esposa por varios años para irse a vivir con su amante a otro palacete en las afueras de la ciudad. Una conjura palaciega urdida por su esposa y primogénito deviene en el asesinato de la judía, lo que desatará la ira del rey contra ellos... hasta que firmen las paces.

Una buena obra de teatro (nota: 6), esta tragedia amorosa, y política, quizá verdadera, tal vez leyenda de romancero, que sin ser de las mejores de Lope no me pareció mal, a pesar del cierto desconcierto de su montaje escénico, con estilismos de la autárquica España de los años 40, 50 y 60 del pasado s.XX, en lugar de los propios del medievo. En ella parecen denunciarse el abandono de las obligaciones de estado por parte de los gobernantes para regalarse a una vida de placeres mientras el pueblo padece, y también ciertos abusos de los poderes políticos. También se aprecia cierta inquina antisemita, propia de la época, la de nuestro Siglo de Oro y su omnipotente y omnipresente Santa Inquisición.

Ahora, en la sección de sabiduría ajena, unas ingeniosas citas de Lope de Vega, como no podía ser menos:

 - "Soy rey de mi voluntad,
no me la ocupan negocios,
y ser muy rico de ocios
es suma felicidad".  (Lope de Vega).

 - "Que es amor dulce materia
para no sentir las horas
que por los amantes vuelan".  (Lope de Vega).

 - "La raíz de todas las pasiones es el amor. De él nacen la tristeza, el gozo, la alegría y la desesperación".  (Lope de Vega).

 - "El amor tiene fácil la entrada y difícil la salida".  (Lope de Vega).

 - "Pagar mal a quien hizo el bien, gran agravio es; pagar menos de lo que debe ser, también lo es; dar mal por bien no es condición del ser humano; pero no acordarse del beneficio todavía pienso que es el mayor linaje de ingratitud"  (Lope de Vega).

 - "Quién lástima escucha, cerca está de perdonar".  (Lope de Vega).

Besos y abrazos,

Don.
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