¡Buenos
días!
No,
que siempre me parecen de lo más pertinentes, que cada vez que entro aquí me
dejo embelesar por sus encantos y me olvido de la realidad de ahí fuera...
hasta que vuelvo a salir a ella. Tampoco me parecen fuera de lugar los
chaparrones y frescores casi invernales de este pasado fin de semana, como los
de hoy mismo, con máxima prevista para hoy de 12ºC, pues la pasional primavera
es así de voluble, y así la debemos aceptar, tal cual es, sin tratar de poner
remedio a casi nada, lo que no suele llevar a buen puerto las más de las veces.
Este
fin de semana estuve en el teatro viendo la obra de Lope
de Vega "La judía de Toledo", dirigida por Laila Ripoll, e
interpretada por Elisabet Altube, Federico Aguado, Ana Varela, Mariano
Llorente, Teresa Espejo, Marcós León, Manuel Agredano, y Jorge Varandela. De
Félix Lope de Vega y Carpio (1562-1635) he visto tres de sus obras teatrales,
la primera en versión cinematográfica, "El perro del hortelano", de
Pilar Miró (1996); y las otras dos en teatro, "La dama boba" y "La estrella de Sevilla".
El
rey Alfonso VIII de Castilla (1155-1214), casado con una princesa inglesa
hermana de Ricardo Corazón de León, se enamora de una hermosísima joven judía
de la ciudad de Toledo, hasta tal punto que abandona sus deberes como
gobernante en una convulsa época de treguas, alianzas y conquistas con sus
vecinos leoneses, navarros, aragoneses, portugueses y musulmanes, abandonando
asimismo a su esposa por varios años para irse a vivir con su amante a otro
palacete en las afueras de la ciudad. Una conjura palaciega urdida por su
esposa y primogénito deviene en el asesinato de la judía, lo que desatará la
ira del rey contra ellos... hasta que firmen las paces.
Una
buena obra de teatro (nota: 6), esta tragedia
amorosa, y política, quizá verdadera, tal vez leyenda de romancero, que sin ser
de las mejores de Lope no me pareció mal, a pesar del cierto desconcierto de su
montaje escénico, con estilismos de la autárquica España de los años 40, 50 y 60 del
pasado s.XX, en lugar de los propios del medievo. En ella parecen denunciarse
el abandono de las obligaciones de estado por parte de los gobernantes para
regalarse a una vida de placeres mientras el pueblo padece, y también ciertos
abusos de los poderes políticos. También se aprecia cierta inquina antisemita,
propia de la época, la de nuestro Siglo de Oro y su omnipotente y omnipresente
Santa Inquisición.
Ahora,
en la sección de sabiduría ajena, unas ingeniosas citas de Lope de Vega, como
no podía ser menos:
- "Soy rey de mi voluntad,
no
me la ocupan negocios,
y
ser muy rico de ocios
es
suma felicidad". (Lope de Vega).
- "Que es amor dulce materia
para
no sentir las horas
que
por los amantes vuelan". (Lope de
Vega).
- "La raíz de todas las pasiones es el
amor. De él nacen la tristeza, el gozo, la alegría y la
desesperación". (Lope de Vega).
- "El amor tiene fácil la entrada y
difícil la salida". (Lope de Vega).
- "Pagar mal a quien hizo el bien, gran
agravio es; pagar menos de lo que debe ser, también lo es; dar mal por bien no
es condición del ser humano; pero no acordarse del beneficio todavía pienso que
es el mayor linaje de ingratitud"
(Lope de Vega).
- "Quién lástima escucha, cerca está de
perdonar". (Lope de Vega).
Besos
y abrazos,
Don.
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