martes, 22 de marzo de 2022

Luminosa proyección matutina

¡Buenos días!

Luces y sombras en movimiento que atraen mi atención y me cuentan historias, proyectadas, reflejadas y asimiladas por mis entendederas, cual sábana blanca que me envuelve, tanto para cuando tengo sueño como para hacerme soñar, dormido o despierto. La vida es sueño, que diría Calderón de la Barca, y los sueños cine son, que diría Luis Eduardo Aute. Luz del sol tamizada, tanto que casi se la come la muy gris nubosidad que sigue destilando lluvia, tanto ayer como hoy, y en siguientes días, según las previsiones, que vaticinan que la máxima de hoy por los madriles será de 13ºC.

Ayer por la tarde, aunque suene paradójico y sea mentira en cierto modo (repetiré seguro), estuve en el cine viendo "La última película" ("Chhello show", 2021), de Pan Nalin, y con Bhavin Rabari, Bhavesh Shrimali, Richa Meena, y Dipen Raval. De este director indio había visto dos de sus anteriores, "7 diosas" ("Angry indian goddesses", 2015) y "Samsara" (2001).

Un chaval de 9 años, muy espabilado, vive feliz y humildemente con sus padres y hermana pequeña en una remota aldea de la India. Un día, estos le llevan por primera vez al cine de la ciudad cercana y queda absolutamente fascinado. En contra de los deseos de su estricto padre, que lo considera una fuente de perversión, vuelve a escondidas a ver más películas, escapándose del colegio y colándose sin pagar en la sala. Le echan cuando lo descubren, pero se hace amigo del proyeccionista, quien a cambio de las deliciosas comidas que la madre prepara a su niño para el colegio, le ofrece la posibilidad de verlas desde la sala de proyección, además de permitirle que le ayude en el trabajo. Con lo que va aprendiendo contagia a su pandilla de traviesos amigos la ilusión por la magia de las imágenes en movimiento, y con piezas de desguace fabrican un rudimentario proyector.

Muy buena película (nota: 7), que ganó la Espiga de Oro de la pasada Seminci, esta historia narrada de un modo diferente, que me sorprendió para bien, ganándome poco a poco, mirada desde otra perspectiva, con un enfoque inusual, y con momentos de gran belleza (como también la de la actriz que interpreta a la madre del protagonista). Esta declaración de amor al cine, a través de un pasaje de la propia infancia del director y guionista, que destila entusiasmo infantil por todos sus poros, da también un repaso a la historia del cine como gran contador de historias, a su manera, como un niño curioso la contaría entre juegos y descubrimientos, desde sus orígenes, casi desde las sombras chinescas, pasando por la creación de los primeros proyectores, el cine mudo, el sonoro, la digitalización (adiós al celuloide)... todo un cambio imparable que obliga a reciclarse, a irse adaptando y cambiar al son de los tiempos.

Ahora, os proyecto negro sobre blanco los pensamientos de otros a través de estas citas de sabiduría ajena, prisma (incluso prismático) que seguro nos hace ver de otro modo lo que nos rodea, allende nuestras narices:

 - "La imaginación de los muchachos es un corcel, y la curiosidad la espuela que los aguijonea y los arrastra a través de los proyectos más imposibles".  (Gustavo Adolfo Bécquer).

 - "Las películas no son planas, son esferas multifacéticas".  (Akira Kurosawa).

Besos y abrazos,

Don.

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