miércoles, 27 de agosto de 2014

Matutinos íntegros, y que no se cierran a nada

¡Buenos días!

Estos matutinos abiertos de par en par a todo aquel que quiera venir a ellos hacen lo que tienen que hacer, lo que consideran lo más importante, sin importarles lo demás, aceptando naturalmente las consecuencias de sus bondadosos actos, como darme acogida y cuidarme cada mañana. Y como también hace este verano, dándonos calor sin mesura, que hoy volveremos a rondar los 35ºC de máxima por los madriles.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo otra espléndida película, que también os recomiendo, como la que vi antes de ayer. Se trató de "Locke", de Steven Knight, y con Tom Hardy. Es el segundo largo, y primero suyo que veo, de este director, y también guionista.

Ivan Locke, muy eficaz y responsable capataz de obra, está terminando su jornada laboral, ya de noche, en la víspera del mayor desafío de su vida laboral, cuando recibe una inesperada llamada telefónica que trastocará toda su vida, la personal, la familiar, y la laboral. Tomará su lujoso coche, dejando todo lo demás a un lado, para llegar cuanto antes (en poco menos de hora y media, lo que también dura el propio film) al destino que se ha marcado como obligación personal, por encima de cualquier otra consideración, aceptando serenamente las consecuencias de sus actos, y mientras trata de arreglar los flecos que ha dejado atrás a través de continuas y sosegadas conversaciones telefónicas con unos y otros a través del manos libres de su coche.

Como ya dije, extraordinaria y muy recomendable película de fascinante fotografía nocturna, que se desarrolla en tiempo real (los 85 minutos del film) y con un único actor presente, y las voces en off del resto. Apasionante e intenso
thriller que se desarrolla únicamente en el interior de un vehículo, con mucho suspense, y que te atrapa tan sólo a base de las muy comedidas, calmadas y reflexivas conversaciones telefónicas de nuestro protagonista, y que van desvelando lo que sucede. Él trata de ser honesto consigo mismo por encima de todo, hablando claramente a los demás, y enfrentándose con serena entereza a los errores cometidos.

Ahora algo de sabiduría ajena para ayudarnos a abrir nuestras mentes y a hacer lo que consideremos necesario hacer, que bien podría haber comenzado con la cita de Jane Austen del matutino de ayer, y que sigue con éstas:

 - "Cada uno es ortodoxo con respecto a sí mismo".  (John Locke).

 - "La integridad del hombre se mide por su conducta, no por sus profesiones".  (Juvenal).

 - "Sólo el hombre íntegro es capaz de confesar sus faltas y de reconocer sus errores".  (Benjamín Franklin).

 - "El mejor regalo que podemos darle a otra persona es nuestra atención íntegra".  (Richard Moss).

 - "Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias".  (John Locke).

Besos y abrazos,

Don.
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