A
punto de zarpar otro de mis matutinos, de hecho ya lo está haciendo en este
mismo momento, corro para no perder el viaje, de lo más placentero, que siempre
me lleva a mejores sitios de los que parto, por mucho que vuelva siempre al
origen. Por lo demás, a cinco días de atravesar el umbral del solsticio de
verano, y cambiar de estación, ya estamos totalmente embarcados en él a efectos
prácticos, con sol a raudales, máximas superando sin temor la treintena y mayor
sensación de agobio térmico a cada día que pasa, tras tantísimos de clima mucho
más fresco del normal. Así que, viento en popa hacia el tórrido estío.
Este
fin de semana estuve en el cine viendo "En tránsito"
("Transit"), de Christian Petzold, basada en la novela homónima de
Anna Seghers, y con Franz Rogowski y Paula Beer. Es la octava película de este
excelente director alemán, de quien había visto sus dos anteriores, "Phoenix" (2014), y "Bárbara" (2012).
Durante
la II Guerra Mundial el ejército nazi entra en París y muchos franceses, judíos
y demás exiliados alemanes deben abandonar precipitadamente la ciudad si no
quieren escapar a las nefastas consecuencias que les esperan. Uno de estos huye
junto a un afamado escritor represaliado y que está gravemente herido. Cuando muere
durante el viaje, se queda con su documentación y se hace pasar por él. Llega a
Marsella y allí permanece hasta poder conseguir dinero, un visado y embarcar a
Sudamérica. Coincide con una mujer que también aguarda a embarcar, no sin su
marido, a quien espera y busca por doquier, y que resulta ser el escritor
fallecido.
Una
estupenda película (nota: 8) que al final terminó por encantarme, muy bien
narrada aunque al principio se hacía algo difícil el entrar. Empieza como una
de espías para después, poco a poco, ir deviniendo en un melodrama romántico
muy particular. Muy original, pues la historia que se narra sucede en la II
Guerra Mundial, pero todo está ambientado en un entorno de hoy día, con la
idea, supongo, de que nos abstraigamos de cualquier época en relación a lo que
nos cuenta, claramente atemporal y recurrentemente eterno, podría decirse, pues
nos habla de refugiados y las penurias que pasan, por cuestiones
político-económicas: disidentes y opositores al nazismo en la misma Europa que
huían de ella, y refugiados de cruentas guerras de regímenes totalitarios
allende Europa que vienen a ella. Lo que sucedía antes, sucede ahora... y
siempre continuará sucediendo, parece.
Además
nos habla de amor, de amores que esperan eternamente, cual míticas Penélope, a
su par, que nunca viene, ni vendrá; también de fidelidad amorosa que sacrifica
todo por su amor incierto. Por el modo de mirar me recordó de refilón a algunas
películas de Aki Kaurismaki, y por la historia de amor romántico y el entorno
en que se desarrolla, claramente a "Casablanca" (1942) de Michael
Curtiz.
Pues
a punto de abandonar por hoy esta estación matutina, antes os dejo como
recuerdo unas citas de sabiduría ajena con las que espero se os pase mejor el
trance del viaje, ese que todos hacemos por el mero hecho de estar viviendo en
este mundo, o en el que sea, comenzando por una cita muy adecuada del propio
director del film hoy glosado:
- "Esas personas están siendo empujadas
fuera de nuestras sociedades o puestas en movimiento, pero no saben adónde ir,
adonde se supone que todo esto nos lleva. Al final terminan en espacios de
transición, zonas de tránsito donde la nada aparece en un lado y en el otro la
imposibilidad de regresar a lo que existía en el pasado". (Christian Petzold).
- "Al llegar a cada nueva ciudad el
viajero encuentra un pasado suyo que ya no sabía que tenía: la extrañeza de lo
que no eres o no posees más te espera al paso en los lugares extraños y no
poseídos". (Italo Calvino).
- "En un mundo de fugitivos el que transita
el justo camino, parece huir".
(John Milton).
- "El paso del tiempo condena al olvido
la memoria de un país". (Arthur
Miller).
Besos
y abrazos,
Don.
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