sábado, 16 de junio de 2018

Matutino en tránsito

¡Buenos días!

A punto de zarpar otro de mis matutinos, de hecho ya lo está haciendo en este mismo momento, corro para no perder el viaje, de lo más placentero, que siempre me lleva a mejores sitios de los que parto, por mucho que vuelva siempre al origen. Por lo demás, a cinco días de atravesar el umbral del solsticio de verano, y cambiar de estación, ya estamos totalmente embarcados en él a efectos prácticos, con sol a raudales, máximas superando sin temor la treintena y mayor sensación de agobio térmico a cada día que pasa, tras tantísimos de clima mucho más fresco del normal. Así que, viento en popa hacia el tórrido estío.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "En tránsito" ("Transit"), de Christian Petzold, basada en la novela homónima de Anna Seghers, y con Franz Rogowski y Paula Beer. Es la octava película de este excelente director alemán, de quien había visto sus dos anteriores, "Phoenix" (2014), y "Bárbara" (2012).

Durante la II Guerra Mundial el ejército nazi entra en París y muchos franceses, judíos y demás exiliados alemanes deben abandonar precipitadamente la ciudad si no quieren escapar a las nefastas consecuencias que les esperan. Uno de estos huye junto a un afamado escritor represaliado y que está gravemente herido. Cuando muere durante el viaje, se queda con su documentación y se hace pasar por él. Llega a Marsella y allí permanece hasta poder conseguir dinero, un visado y embarcar a Sudamérica. Coincide con una mujer que también aguarda a embarcar, no sin su marido, a quien espera y busca por doquier, y que resulta ser el escritor fallecido.

Una estupenda película (nota: 8) que al final terminó por encantarme, muy bien narrada aunque al principio se hacía algo difícil el entrar. Empieza como una de espías para después, poco a poco, ir deviniendo en un melodrama romántico muy particular. Muy original, pues la historia que se narra sucede en la II Guerra Mundial, pero todo está ambientado en un entorno de hoy día, con la idea, supongo, de que nos abstraigamos de cualquier época en relación a lo que nos cuenta, claramente atemporal y recurrentemente eterno, podría decirse, pues nos habla de refugiados y las penurias que pasan, por cuestiones político-económicas: disidentes y opositores al nazismo en la misma Europa que huían de ella, y refugiados de cruentas guerras de regímenes totalitarios allende Europa que vienen a ella. Lo que sucedía antes, sucede ahora... y siempre continuará sucediendo, parece.

Además nos habla de amor, de amores que esperan eternamente, cual míticas Penélope, a su par, que nunca viene, ni vendrá; también de fidelidad amorosa que sacrifica todo por su amor incierto. Por el modo de mirar me recordó de refilón a algunas películas de Aki Kaurismaki, y por la historia de amor romántico y el entorno en que se desarrolla, claramente a "Casablanca" (1942) de Michael Curtiz.

Pues a punto de abandonar por hoy esta estación matutina, antes os dejo como recuerdo unas citas de sabiduría ajena con las que espero se os pase mejor el trance del viaje, ese que todos hacemos por el mero hecho de estar viviendo en este mundo, o en el que sea, comenzando por una cita muy adecuada del propio director del film hoy glosado:

 - "Esas personas están siendo empujadas fuera de nuestras sociedades o puestas en movimiento, pero no saben adónde ir, adonde se supone que todo esto nos lleva. Al final terminan en espacios de transición, zonas de tránsito donde la nada aparece en un lado y en el otro la imposibilidad de regresar a lo que existía en el pasado".  (Christian Petzold).

 - "Al llegar a cada nueva ciudad el viajero encuentra un pasado suyo que ya no sabía que tenía: la extrañeza de lo que no eres o no posees más te espera al paso en los lugares extraños y no poseídos".  (Italo Calvino).

 - "En un mundo de fugitivos el que transita el justo camino, parece huir".  (John Milton).

 - "El paso del tiempo condena al olvido la memoria de un país".  (Arthur Miller).

Besos y abrazos,

Don.
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