Puro
cuento es lo que tienen estos matutinos, que no asustan ni a los más pipiolos,
ni siquiera al más zorro de todos, que debo ser yo, que entro incauto cada
mañana a que cuiden de mí. Ni las tormentas que hoy pueden volver, cada vez más
tímidas, con menos alharacas, en esta mañana con bastantes nubes que tamizan el
sol que asoma a ratos, como miedoso, así que no subirán mucho las
temperaturas... 21ºC de máxima prevista hoy por los madriles.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo una de animación, "El
malvado zorro feroz" ("Le grand méchant Renard et autres
contes..."), de Benjamin Renner y Patrick Imbert, basado en un cómic del
primero.
Se
deja caer por una granja una avispada cigüeña, perezosa y borrachina, y engaña
al cerdo, al pato y al conejo que allí viven para que hagan su trabajo de
entregar un bebé humano a sus padres. Por otro lado, por los alrededores, un
hambriento zorro que se alimenta de los nabos que por caridad le regala a
escondidas el cerdo, y que es incapaz de asustar a nadie ni de cazar nada,
siendo continuamente acogotado por las gallinas, es animado por el lobo para
que les robe unos huevos, los incube, y espere a que crezcan los pollitos para
después ambos darse un festín con ellos. Lo malo es que al romper el cascarón,
toman al zorro por su madre y le dan tantos mimos que se encariña con ellos y
no puede devorarlos, acabando los polluelos por creerse que son zorros feroces.
Una
buena película (nota: 6), divertida, poco convencional, muy original,
donde los protagonistas no se comportan como cabría lógicamente esperarse de
ellos, ni nadie es lo que parece. Animales tan humanos que podría decirse que
en realidad, los tres cuentos teatralizados de que consta esta historia, hablan
de nosotros los humanos, en lugar de los animales protagonistas. Animación
clásica de trazo simple y fondos como de acuarela para indicarnos, con mucho
humor y sin moralizarnos, que cada cual sea como quiera ser sin que le
condicione su estirpe, y que nadie debería juzgar ni ser juzgado por las
apariencias.
Ahora
unas citas de sabiduría ajena para no dejarnos engañar por los zorrunos cuentos
que nos quieran contar, comenzando por dos refranes que destilan lo contrario
de lo que lo hace la película:
- "Cuando la zorra predica, no están los
pollos seguros". (Refrán).
- "Aunque muda el pelo la raposa, su
natural no despoja". (Refrán).
- "El hombre es el único zorro que
instala una trampa, le pone una carnada y luego mete la pata". (John Steinbeck).
- "No existe nada bueno ni malo; es el
pensamiento humano el que lo hace aparecer todo así". (William Shakespeare).
Besos y abrazos,
Don.
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