Cada
vez hay menos nubes en el cielo, y la tendencia en sucesivos días es que acaben
por evaporarse del todo con las temperaturas casi de verano, en torno a la
treintena, que nos caerán inminentemente. De momento, hoy alguna llovizna
intermitente, si es que llega a ser, sol que lucha por no nublarse, y máxima
prevista para hoy por los madriles de 24ºC. Así que me dejo caer otra mañana
más por aquí, por este real reino matutino, en el que me enseñoreo de mis
divagaciones y evito que se precipiten más de la cuenta.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "Jurassic World: El reino caído"
("Jurassic World: Fallen kingdom"), de J.A. Bayona, y con Chris Pratt y Bryce
Dallas Howard. Es
la quinta entrega de la saga jurásica, de la que solo había visto la primera,
"Parque jurásico" ("Jurassic Park", 1993) de Steven
Spielberg. Además es el cuarto largo de J.A. Bayona, tras la excelsa para mí "Un monstruo viene a verme" ("A monster
calls", 2016), y las muy buenas "Lo imposible" ("The impossible", 2012), y
"El orfanato" (2007).
Han
pasado unos años desde el que parque temático Jurassic World se fuese al traste
y los humanos huyesen y los dinosaurios quedasen libres subsistiendo por la
isla Nublar, que ahora amenaza con desaparecer, junto con todos los saurios
antediluvianos que por allí vagan, debido a una masiva erupción volcánica y su
diluvio de lava. Así que los dueños envían un equipo arcaico, no por antiguo
sino por eso del arca de Noé, para rescatar la mayor cantidad de bichos
jurásicos posible. Entre los más concienciados del grupo de rescate, miembros
de una asociación dedicada a proteger a los dinosaurios, pronto tomarán
conciencia de las verdaderas y malévolas intenciones de los magnates.
Por
lo que a mí respecta, una película que se dejó ver, aunque con intermitencias
por cortocircuito (nota: 5), para pasar el rato con acción, aventuras y
suspense, pero que a mí ni me dijo ni me interesó gran cosa, pues no es del
tipo de cine que más me gusta (cuanto mayor presupuesto y taquilla, muchísima
menor probabilidad de que me acomode). Plena de montones de déjà vu, tópicos propios del género, de
los géneros (terror, apocalíptico, monstruoso, ciencia ficción, etc.)...
incluso de autorreferencias a la propia saga y a otros films del director de
esta entrega, que de paso deja constancia de su muy buen hacer y maneras con
este producto de encorsetado encargo. Como en toda la serie, se destila eso el
mal uso de la ciencia, porque ¿habría que prohibir, por ejemplo, los muy útiles
cuchillos solo porque algunos descerebrados los empleen para matar al prójimo?
Pues no.
Ahora
unas citas de sabiduría ajena, que aunque más o menos arcaicas son
perfectamente vigentes para aclarar nuestras mentes:
- "La desesperanza se basa en lo que
sabemos, que es nada, y la esperanza, en lo que ignoramos, que es
todo". (Maurice Maeterlinck).
- "Qué obsesión la de un ser tan efímero
como el hombre, mirando siempre hacia el futuro, hacia un porvenir que viene
raramente; descuidando y no disfrutando del momento actual, el cual, por lo
menos, lo tenemos más seguro".
(Jean-Jacques Rousseau).
- "Un científico debe tomarse la libertad
de plantear cualquier cuestión, de dudar de cualquier afirmación, de corregir
errores". (Robert Oppenheimer).
- "Por qué esta magnífica tecnología
científica, que ahorra trabajo y nos hace la vida mas fácil, nos aporta tan
poca felicidad? La repuesta es está, simplemente: porque aún no hemos aprendido
a usarla con tino". (Albert
Einstein).
Besos
y abrazos,
Don.
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