lunes, 28 de abril de 2014

Más que filantropía a bordo de los matutinos

¡Buenos días!

Ya sabéis lo enamorado que estoy de estos matutinos, y de sus hadas y ninfas, en los que la filantropía campa por doquier, y más, el amor por todo, no sólo por el género humano. Así pues, aquí no hay hiel que valga. Ni hielo, que estamos en primavera, y de primavera, en este deliciosamente soleado día en el que está previsto una máxima de 22ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Molière en bicicleta" ("Alceste à bicyclette"), de Philippe Le Guay, y con Fabrice Luchini, Lambert Wilson, y Maya Sansa. De los varios largos de este director es el segundo suyo que veo, tras "Las chicas de la sexta planta" ("Les femmes du 6ème étage", 2010).

Un famosísimo actor de televisión quiere representar la obra teatral de "El misántropo" de Molière. Con la idea de ofrecerle un papel en ella, acude a visitar a su retiro de ermitaño a un amigo y compañero, huraño y aislado (vive en la aldea de una pequeña isla atlántica francesa) desde hace tres años cuando en la cima de su carrera escénica cayó en depresión hastiado de la malicia humana. Rechaza la oferta, pero se hace querer y le dice que tal vez acepte si se queda unos días con él ensayando la obra. Sus propias personalidades se entremezclan con las de los personajes, quieren trabajar juntos, pero a la vez se desafían y pelean.

Una buena película, con sus más y sus menos, que a ratos no me enganchaba. Una historia sobre dos maneras de entender el oficio de actuar y el arte de vivir (o viceversa), a través del enfrentamiento de los dos egos narcisistas de ambos actores. También va de paradojas y contradicciones sobre la dicotómica dualidad soledad-compañía.

Ahora, pedaleando, pedaleando, hemos llegado a la sección de la sabiduría ajena, que comienza con unas citas de Molière, y con las que espero toméis contacto con el pensamiento de otros:

 - "No hay nada tan conmovedor como un enamorado que se llega a las puertas de la amada y cuenta sus dolencias a los goznes y a los cerrojos".  (Moliére).

 - "Cuando se quiere dar amor, hay un riesgo: el de recibirlo".  (Molière).

 - "Somos fácilmente engañados por aquellos a quienes amamos".  (Molière).

 - "Prefiero un vicio tolerante a una virtud obstinada".  (Molière).

 - "No busquéis como único compañero a un amigo fiel, porque os exponéis a caminar solos toda vuestra vida".  (Joaquín Bartrina).

 - "Estamos solos, vivimos solos y morimos solos. Sólo a través del amor y la amistad podemos hacernos la ilusión, por un momento, de que no estamos solos".  (Orson Welles).

 - "Podemos vivir solos, siempre que sea esperando a alguien".  (Gilbert Cesbron).

Besos y abrazos,

Don.
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