Soleado y
agradable día de suave verano, con gratificante brisa y máxima de 33ºC por los
madriles. Así que sin la agobiante presión canicular de pasados días, puede uno
arrobarse en contemplar como el sol va posándose tiernamente sobre el
horizonte, sonrosando sus mejillas crepusculares, y las mías propias,
arreboladas de placer contemplativo.
Ayer por la tarde
estuve en el teatro viendo una obra que desde ya os recomiendo encarecidamente
que vayáis a ver si tenéis la oportunidad, pues me encantó, porque es
tremendamente divertida, hilarante en muchos momentos, y lo que cuenta tiene su
aquel. Se trató de "La ternura", escrita y
dirigida por Alfredo Sanzol, e interpretada -estupendamente- por Paco Déniz,
Elena González, Natalia Hernández, Javier Lara, Juan Antonio Lumbreras, y Eva
Trancón. Es la primera obra que veo de este autor y ya me estoy prometiendo a
mí mismo ver otras en cuanto tenga oportunidad.
Una reina con
poderes mágicos viaja con sus dos hijas princesas en uno de los barcos de la
Armada Invencible pues, obligadas por Felipe II, van a casarse en matrimonio de
conveniencia con sendos nobles ingleses opuestos a la reina Isabel en cuanto se
lograse con éxito la invasión de Inglaterra. La reina maga odia a los hombres
debido a pasadas amargas experiencias con ellos, así que no quiere que sus
hijas tengan el mismo destino que ella, por lo que tiene el plan de que cuando
pasen por una isla desierta cerca de Inglaterra provocar una gran tempestad que
hunda su barco, y de rebote casi todos los demás, para quedarse las tres a
vivir allí y establecer una república de mujeres para no volver a ver en su
vida a hombre alguno. El problema es que en esa isla viven ya tres leñadores,
un padre con sus dos hijos, que veinte años atrás huyeron allí para no volver a
ver una mujer en su vida. En cuanto ellas lo descubren, se disfrazan de hombres
para protegerse de ellos. Esto es el inicio de un enredo de confundidas
emociones que cada vez se liará más y más.
Sobresaliente
obra de teatro (nota: 9) con las maneras del teatro clásico del Siglo de
Oro español, podría decirse que todo un entremés... de larga sobremesa; y todo
un homenaje a las comedias de Shakespeare, pues entre otras cosas, catorce de
sus títulos están incrustados de manera muy armoniosa en los diálogos. Un
profundo divertimento en todos los sentidos. Sin embargo esta peculiar comedia
romántica de enredos, de ingeniosísimos y chispeantes diálogos, habla de temas
muy vigentes, tales como la guerra de sexos, de que la arrolladora fuerza del
amor no hay barrera ni embrujo que la frene, y de que hombres y mujeres están
condenados a entenderse y respetarse. Y además, entre los equívocos de sus situaciones,
deja caer la cuestión de la identidad sexual.
Ahora, en la
sección de sabiduría ajena, ahí os dejo unas muy tiernas citas de fácil
digestión, comenzando por dos del propio autor de la obra hoy glosada, y
ensalzada, y acabando con tres de sendos autores clásicos, dos patrios y un
foráneo, todas muy en consonancia con lo que se trata en ella:
- "La ternura es la manera en la que el
amor se expresa. Sin ternura el amor no se ve. La ternura son las caricias, la
escucha, los pequeños gestos, las sonrisas, los besos, la espera, el respeto,
la delicadeza [...] Por eso, si no eres tierno, por mucho que le digas a
alguien que le amas te arriesgas a que te diga: ¡Pues no se nota!". (Alfredo Sanzol).
- "No nos podemos proteger del daño que
produce el amor. Que si queremos amar nos tenemos que arriesgar a sufrir. Y que
tampoco los padres pueden proteger a los hijos del sufrimiento de la vida
porque eso pone en peligro la vivencia de una vida plena". (Alfredo Sanzol).
- "Y nunca a los amantes aconsejes
cuando tienen por
gloria sus cuidados;
que es como quien
predice a los herejes,
en sus vanos
errores obstinados.
Por eso juzgo y
discierno
por cosa cierta y
notoria,
que tiene el amor
su gloria
a las puertas del
infierno". (Miguel de Cervantes).
- "Que amor que pierde al honor
el respeto, es
vil deseo,
y siendo apetito
feo
no puede llamarse
amor". (Félix Lope de Vega).
- "Tan imposible es avivar la lumbre con
nieve, como apagar el fuego del amor con palabras". (William Shakespeare).
Besos y abrazos,
Don.
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