¡Buenos
días!
En
este utópico lugar matutino en el que ahora me encuentro, y que puede
encontrarse tanto en las virtuales redes informáticas como en mi intrínseco
ser, propenso a ensimismarse, consigo elevarme de la real realidad hasta
meterme en mi mundo interior, no solo para evadirme, sino para encontrar las
herramientas que me permitan seguir adelante cuando descienda de nuevo tras los
besos y abrazos. Y por estos lares terrenales en los que me encuentro desde
hace años, los madriles, de donde además soy natural, hoy tendremos otro
esplendoroso y soleado día de verano, con 32ºC de máxima prevista, y subiendo
de nuevo para próximos días.
Este
fin de semana estuve en el cine viendo una de animación japonesa, de esas que
me gustan tanto y entusiasman casi siempre. Se trató de "En
este rincón del mundo" ("Kono sekai no katasumi
ni"), de Sunao Katabuchi, y basado en el manga homónimo de Fumiyo Kôno. Es
el primer largo que veo de este director japonés.
En
un pequeño pueblo pesquero de la prefectura de Hiroshima vive una chica junto a
su familia, dedicada al cultivo de algas, imaginativa y atenta a los pequeños
detalles que le rodean, y a la que le encanta pintar y contar historias con sus
dibujos. En 1944, cuando cumple los 18 años, recibe una propuesta de matrimonio
de un joven que vive en una ciudad cercana, pues en su base naval trabaja como
funcionario. Se traslada allí para casarse y vivir junto a su marido y su nueva
familia, nuevo lugar al que deberá aclimatarse. Poco a poco, la guerra, hasta
entonces lejana, y sus terribles consecuencias, transformarán su apacible vida
cotidiana.
Una
buena película (nota: 6) con la exquisita sutileza de los japoneses para
contar historias, esta de maneras clásicas y con animación tradicional de gran
belleza, pero que no me llegó a conmover, salvo a ratos perdidos, no sé muy
bien el porqué. Con las habituales delicadeza y sensibilidad niponas, y
conjugando realismo y poesía, se nos muestra el modo de vida tradicional
japonés, el de la gente corriente, y como fue arrasado por la II Guerra Mundial
y sus nefastos estragos. Gente de a pie que sigue adelante a pesar de los
pesares y los cataclismos (sean bélicos o no), junto a la gente que ama.
Por
el tema me recordó a esa sublime obra maestra del cine, y no solo del animado,
que es la también japonesa "La tumba de las luciérnagas" ("Hotaru no
haka", 1988), de Isao Takahata, de quien hace poco más de un año vi otra
excelsa joyita, también magistral, "El cuento de la princesa Kaguya" ("Kaguyahime no
monogatari", 2013), y que os recomiendo encarecidamente, muy pero que muy
encarecidamente que veáis, ambas.
Bueno,
pues tras este recodo hemos llegado al rincón de la sabiduría ajena, por donde
me gusta dejarme caer y estar un rato pasando buenos momentos:
- "Existe al menos un rincón del universo
que con toda seguridad puedes mejorar, y eres tú mismo". (Aldous Huxley).
- "Sólo desde que amo es bella mi vida;
sólo desde que amo sé que vivo".
(Theodor Körner).
- "En cada amanecer hay un vivo poema de esperanza,
y, al acostarnos, pensemos que amanecerá".
(Noel Clarasó).
- "No desesperes, ni siquiera por el
hecho de que no desesperas. Cuando todo parece terminado, surgen nuevas
fuerzas. Esto significa que vives".
(Franz Kafka).
Besos
y abrazos,
Don.
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