¡Buenos
días!
En
estos cálidos matutinos a los que sigo acudiendo fiel a mi cita cada vez que
veo cine o similar, me siento como si estuviera siempre de vacaciones y acogedoramente
bienvenido, pareciéndome todo una nueva experiencia por mucho que ya haya
venido muchas veces, a la par que abro mis todavía asombrados ojos de par en
par para tratar de captar hasta la más mínima sutileza de las que me rodean, y
tratar de aprender de ellas. Por lo demás, el verano vuelve a las andadas con
los 35ºC de máxima prevista para hoy, que es lo que le toca hacer, pero sin
tanta crudeza como hace días, cuando casi nos derrite, así que lo acogeremos de
buen grado, ya que de cualquier forma no nos queda otra, y habrá que aceptarlo
tal cual es.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "Verano 1993"
("Estiu 1993"), de Carla Simón, y con Laia Artigas, Paula Robles,
Bruna Cusí, y David Verdaguer. Es el debut en el largo de esta directora y
guionista.
Una
niña de seis años debe pasar el primer verano de su vida lejos de sus padres,
recién fallecidos a causa del sida, con su familia adoptiva, sus tíos y prima,
en una masía campestre lejos de su hogar en la gran ciudad, debiendo adaptarse
a su nueva situación, pues se siente desubicada y todo es absolutamente nuevo
para ella.
No
me convenció esta película (nota: 4), incluso se me hizo
bastante pesada, casi como una opípara digestión estival, y aburrida, incitándome
a la siesta de sobremesa a resguardo de la canícula, salvo fugaces y leves
destellos de interés que apenas consiguieron levantarme el sopor. Aun así en
esta historia autobiográfica de su directora, donde todo se insinúa,
naturalista, parsimoniosa, más centrada en las infantiles emociones y sensaciones
de descubrimiento y asimilación de la desconcertada niña protagonista, de todo
lo que le rodea y en concreto de la muerte, quise traslucir el buen quehacer de
sus responsables.
Ahora
unas citas de sabiduría ajena, de las que he recogido por ahí, no sé si
descarriadas, y que ahora acojo en este matutino:
- "En las profundidades del invierno
finalmente aprendí que en mi interior habitaba un verano invencible". (Albert Camus).
- "Lo que hacemos nunca es comprendido, y
siempre es acogido sólo por los elogios o por la crítica". (Friedrich Nietzsche).
- "En muchos aspectos, la infancia es la
época más importante de nuestra vida, cuando se gesta nuestra personalidad y se
ponen los cimientos de lo que será nuestra futura conducta social". (Juan Antonio Vallejo-Nágera).
Besos
y abrazos,
Don.
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