¡Buenos
días!
Ese
debo ser yo, pues a los madrileños, amén de por este gentilicio, también se les
conoce por el de gatos... vaya usted a saber el porqué. El caso es que, al
menos por lo que respecta a los matutinos, soy tanto gato nocturno que ronronea
al son que marcan mis neuronas mientras tecleo cada parrafada matutina, como
gato de alborada que desparrama el contenido de estos matutinos, para después
sestear indolentemente al abrigo de este inclemente sol veraniego a poco que
empiece a elevarse y elevar inmisericordemente las temperaturas. Para hoy hay
de nuevo previstos 37ºC de máxima por los madriles, donde apenas quedan ya
cuatro gatos, desparramados y cociéndose el resto al sol playero más o menos
cercano (eso jamás lo haría un gato de verdad, de los de miau).
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo un film documental. Se trató de "Kedi
(Gatos de Estambul)" ("Kedi"), de Ceyda Torun. Es el
primer largo de esta directora turca.
Cientos
de miles de gatos deambulan con libertad por las calles de la gran urbe de
Estambul, formando parte de la vida de sus gentes. No tienen dueño, ni son
domésticos ni asilvestrados, y aportan serenidad y alegría a quienes ellos
deciden acercarse para dejar que les cuiden, mimen y alimenten más o menos
esporádicamente.
Un
documental interesante (nota: 5), que vi con agrado, curioso,
como los mismos gatos, todo un panegírico, casi una divinización (la
civilización egipcia ya los hizo en su día en toda regla), sobre estos
fascinantes animales que a mí también me encantan (en mi infancia y
adolescencia tuve varios), y de los que jamás podrás ser dueño, si acaso
compartir muy relajantes momentos con ellos, cuando se dejan, que es bastante
si los tratas bien y aceptas sus peculiaridades... como las mismas personas
hacemos con el resto de gentes. Sin embargo, a pesar de su bella fotografía y
buenas maneras cinematográficas, no me encandiló como sí hacen los gatos
conmigo, y con tanta gente, pues le faltó algo de información, digamos que
científica, y le sobró algo de no sé si poesía o mística. De todas formas,
retrato diferente de la ciudad y sus gentes... y de sus gatos, que de nadie son
(aunque lleven collar), y como se relacionan todos, cada uno con sus
respectivas manías (humanos y mininos).
Ahora
unas citas de sabiduría ajena, todas en buena compañía, que tal vez sirvan para
tratar de que no nos den gato por liebre, ni de complicarnos en exceso nuestra
existencia, cosa en la que los gatos son maestros:
- "Buscáis cinco pies al gato, y no tiene
más que cuatro". (Refrán).
- "Sardina que lleva el gato, tarde o
nunca vuelve al plato". (Refrán).
- "A juicio de los gatos, las personas no
somos más que muebles de sangre caliente".
(Jacquelyn Mitchard).
- "La amistad es animal de compañía, no
de rebaño". (Plutarco).
Besos
y abrazos,
Don.
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