viernes, 6 de mayo de 2016

No hay caso, los matutinos no se fiscalizan, me opongo

¡Buenos días!

Se pongan como se pongan, quienes quieran ponerse, u oponerse, estos matutinos seguirán con perseverancia a lo suyo, haciendo lo que consideran que deben hacer, su natural estado, de acuerdo a su recto proceder, algo desviado a veces pero, ¿quién no ha escrito un renglón torcido alguna vez? Por lo demás, estos días de primavera también siguen a lo suyo, sin ir contra nadie, siendo tal cual son, hoy de nuevo con gris nubosidad, lloviznas, y eventuales tormentas vespertinas, con 18ºC de máxima prevista por los madriles.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El caso Fritz Bauer" ("Der staat gegen Fritz Bauer"), de Lars Kraume, y con Burghart Klaußner y Ronald Zehrfeld. Es el primer largo que veo de este director alemán, que nos narra un episodio de la reciente historia de su país.

Finales de los años 50, más de diez años después del fin de la II Guerra Mundial, Fritz Bauer, el veterano Fiscal General de uno de los estados de la Alemania Federal de entonces, un judío (ateo) que escapó de los campos de concentración nazis y que regresó del exilio forzoso tras el fin de la guerra, está empeñado en llevar a los tribunales a los criminales de guerra nazi que escaparon de la ley, sin apenas éxito alguno, debido a las continuas trabas del gobierno federal, empecinado en pasar página de puntillas, y a la oposición de la mayoría de sus compañeros de carrera judicial, de quienes desconfía. Con el ánimo por los suelos, un día recibe una información sobre Adolf Eichmann, el principal responsable del traslado masivo de judíos a los campos de exterminio: está de incógnito en Argentina. Así que, a pesar de las continuas amenazas de muerte, retoma con renovado brío sus investigaciones, pues a partir de ese hilo saldrán a la luz el resto de criminales que todavía ocupan importantes puestos de poder en la recién nacida democracia de la Alemania Federal.

Una buena película (nota: 6), con una estupenda actuación del actor que encarna al protagonista, un tipo concienzudo y con bastante sorna, empeñado en hacer justicia y educar a las jóvenes generaciones para que conocieran verazmente su pasado, y lo asumieran, sin esconderse en un agujero, y así poder construir una mejor sociedad hacia el futuro. Thriller, con algo de la turbiedad del cine de espías setentero, que recrea con bastante fidelidad esa peripecia histórica.

Tiene bastante relación con otro film alemán que vi el año pasado, pues trata similares asuntos jurídico-fiscales: "La conspiración del silencio" ("Im labyrinth des schweigens"´, 2014) de Giulio Ricciarelli. Y también con otra, "Hannah Arendt" (2012) de Margarethe von Trotta, aunque esta es algo más filosófica, como su también real personaje principal, que asistió en directo al juicio de Eichmann.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro nos ayuda a contraargumentar si alguien nos juzgara:

 - "La costumbre es, en muchos casos, mala consejera. Hace que tomemos la injusticia por justicia y el error por la verdad".  (Georg Ch. Lichtenberg).

 - "Los más ilustrados de entre los griegos sostenían que la esclavitud era justificable siempre que los amos fueran griegos y los esclavos bárbaros, pero el caso opuesto era contrario a la naturaleza".  (Bertrand Russell).

 - "No hay derecho contra derecho".  (Refrán).

 - "Quien del juez huye, contra sí arguye".  (Refrán).

Besos y abrazos,

Don.
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