¡Buenos
días!
Estos
dicharacheros matutinos siempre están atentos a todo lo que les rodea, y a
veces se atropellan sus palabras en la verborrea de querer decir todo lo que
quisieran y no pueden, que lo que escuchan entra a pares por cada oreja y sólo
puede salir por un chorrito de voz, un embudo desesperante. Arremolinadas en
grey siguen las grises nubes chorreando chaparrones primaverales cuando se les
antoja, confabuladas para empaparnos y quitarnos sin permiso el más leve rastro
de sequedad.
Este
pasado fin de semana estuve en el cine viendo "The tribe"
("Plemya"), de Miroslav Slaboshpitsky, y con Grigoriy Fesenko, Yana
Novikova, y un montón de otros actores sordomudos no profesionales. Es el
primer largo de este director ucraniano, que tiene la particularidad de que
está hablado en lenguaje de signos, sin ninguna voz ni subtítulo alguno; de los
que no precisa para ser perfectamente entendida.
Un
adolescente sordomudo llega a un colegio-internado, especial para ellos, y el
novato enseguida es humillado y agredido por sus nuevos compañeros de clase
(bullying). Para sobrevivir entra a formar parte de una pandilla mafiosa que
domina el internado, "La tribu", dedicada a todo tipo de delincuencia:
robos, extorsiones, prostitución, etc. Se enamorará perdidamente de una de las
chicas prostituidas, novia del jefe, y ahí empezarán sus verdaderos problemas.
No
me gustó (nota: 3) esta historia, salvo algunos fugaces y
esporádicos detalles, más en el formato que en la trama. Desde luego es muy
original en sus formas, llenas de tosquedad, no sé si intencionada o no.
Durísima película, con algunas escenas de grandísima brutalidad, concentradas
hacia el final. Sorprendente, chocante y perturbadora, escabrosa y de sórdido y
sordo ambiente, es una sucesión de planos, bastante dispersos e inconexos para
mí, sin mucha trabazón. Historia nada edificante de visceral amor adolescente
con el trasfondo de la salvaje violencia de una de gángsters.
Ahora,
unas citas de sabiduría ajena, que espero sepamos escuchar:
- "El hombre que desee estar tranquilo ha
de ser sordo, ciego y mudo".
(Proverbio turco).
- "A lo que no te agrada, haz que no oyes
nada". (Refrán).
- "Los abusos, aun en el estado más
sólido, son minas sordas que tarde o temprano estallan". (Joseph Sanial-Dubay).
- "La palabra es libre; la acción muda;
la obediencia ciega". (Friedrich
Schiller).
- "El individuo ha luchado siempre para
no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces
asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno
mismo". (Friedrich Nietzsche).
- "El amor ahuyenta el miedo y,
recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa;
también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y
sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del
hombre la humanidad misma". (Aldous
Huxley).
Besos
y abrazos,
Don.
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