¡Buenos
días!
Ya
sabéis de la idílica relación con mantengo con mis matutinos y toda su corte y
cohorte de hadas y ninfas, a las que me siento tan unido, sin la más leve
grieta en nuestra relación, bueno, alguna hay, que la perfección no existe,
pero desde luego tratamos de tender, con mayor o menor dificultad, a ella. La
primavera de estos días, revoltosa como siempre, hoy nos tiene a intermitentes
chaparroncillos, a veces tormentosa o anodinamente gris, a veces luminosamente
soleada, como la vida misma, solo o en pareja.
Este
fin de semana estuve en el teatro viendo "Nuestras mujeres"
("Nos femmes"), escrita por Éric Assous, dirigida por Gabriel
Olivares, e interpretada por Gabino Diego, Antonio Garrido, y Antonio
Hortelano. Es la adaptación de un reciente taquillazo francés.
Tres
amigos de toda la vida han quedado para jugar su partida de cartas de todos los
fines de semana. Sin embargo, esta vez uno de ellos se está retrasando más de
la cuenta. En cuanto aparece, todo borracho, les hace una terrible confesión:
ha asesinado a su mujer.
Una
obra de teatro normalita (nota: 5) esta comedia que en
general no me dijo gran cosa pero que en algún momento que otro me interesó y
sacó algunas sonrisas, aunque en general estaba bastante cuajada de gracietas
tontorronas para tratar de arrancar risas fáciles del público, cosa que nada me
gusta. Con los mimbres de partida se podría haber hecho algo mucho mejor. En
una primera parte se ponen sobre el tapete las convicciones morales de los
protagonistas, sobre si es correcto o no apoyar incondicionalmente a un amigo
que ha cometido un crimen, lo que deviene en una agria discusión que amenaza
con tumbar su inalterable amistad de tantos años. En una segunda parte cada uno
habla de las respectivas relaciones con sus mujeres, que a los ojos de los
otros parecen perfectas pero que a los propios parecen plenas de
inconvenientes, ya sabéis, lo del famoso aforismo ese que dice que el césped
del jardín del vecino siempre parece más verde que el propio.
Ahora
algo de sabiduría ajena que seguro nos ayuda a congeniar mejor y ver
ponderadamente nuestras circunstancias:
- "Las mujeres, donde están sobran; y
donde no están hacen falta".
(Refrán).
- "El oro es como las mujeres, que todos dicen
mal de ellas y todos las desean".
(Félix Lope de Vega).
- "Cuando hombres y mujeres se ponen de
acuerdo, las conclusiones deben ser las mismas, pero los motivos
diferentes". (George Santayana).
- "Si te casas lo lamentarás. Si no te
casas, también lo lamentarás". (Sören Kierkegaard).
- "El amor, como la hierba verde, como
los árboles y la música de la vida, es sólo para la corteza del mundo; viene y
se va, igual que un sueño. Por debajo está el deber, como una capa ruda de
piedra, una inmensa carga que nadie puede variar". (Rabindranath Tagore).
Besos
y abrazos,
Don.
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