domingo, 24 de abril de 2016

Espinosa inexistencia matutina

¡Buenos días!

Materialmente hablando, que desde luego estos matutinos son, y viven al menos entre los chispazos, tanto de nuestras físicas neuronas como de los virtualmente informáticos. Y aunque eventualmente puedan pinchar a alguien, no hay más que seguir el consejo de la única cita de sabiduría ajena que hoy hay. Real día de primavera, que nos hace ser y vivir felices y contentos, sin atisbo de dolor, gracias al vivificante sol y diáfana luminosidad que nos alegra el ánimo, haciendo que todo, nuestro presente y recuerdos, los veamos tamizados por un filtro de color de rosa. Máxima prevista para hoy de unos paradisíacos 18ºC.

Este fin de semana estuve en el teatro viendo "Espinete no existe", escrita y dirigida por Eduardo Aldán, y con él mismo, donde casi todo él se lo guisa y él se lo come.

Esta chisposa obra, una "nostalgicomedia", tal y como la define su creador, que ha estado los últimos 10 años en un pequeño teatro de la Gran Vía madrileña, ahora está de tournée por esos mundos provincianos. Nos retrotrae a la infancia de cuarentones, cincuentones (como yo mismo) y sesentones, mirándola no sólo a través del rosado prisma del presunto feliz candor de entonces, cuando niños, sino también con otra perspectiva, reveladora de tragicómicas incongruencias, de entonces y de siempre, sacándole punta, con sacapuntas de uno, dos, o los agujeros que sean, y pinchando con ella sin herir ni zaherir, salvo quizá a algún "muy digno" ofendido... al que le recomendaría, repito, la cita de sabiduría ajena del final de este matutino.

Una buena obra (nota: 6) este monólogo, o casi, que para no gastar tanta saliva aparece en escena de cuando en cuando el presunto regidor para liberarle de tanta verborrea, a medio camino entre la risa y la nostálgica emoción, y con la que reí algunas veces. Collage de varios monólogos del autor, engarzados con mejor o peor fortuna, según los casos (la gran mayoría de las apariciones del regidor me sobraron). Y bueno, ya sabéis, Espinete no existe, son los padres, esos que nos lo dan todo y también, de vez en cuando, los que nos quitan algo, berrinche incluido.

Y bueno, colorín colorado, termino hoy con sólo una cita de sabiduría ajena, que creo que compendia bastante de lo visto ayer por la tarde:

 - "Las verdades, como las rosas, tienen espinas; recíbelas por la parte de la flor y no te pincharás".  (Salvador Jacinto Polo de Medina).

Besos y abrazos,

Don.
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