¡Buenos
días!
Materialmente
hablando, que desde luego estos matutinos son, y viven al menos entre los
chispazos, tanto de nuestras físicas neuronas como de los virtualmente
informáticos. Y aunque eventualmente puedan pinchar a alguien, no hay más que
seguir el consejo de la única cita de sabiduría ajena que hoy hay. Real día de
primavera, que nos hace ser y vivir felices y contentos, sin atisbo de dolor,
gracias al vivificante sol y diáfana luminosidad que nos alegra el ánimo,
haciendo que todo, nuestro presente y recuerdos, los veamos tamizados por un
filtro de color de rosa. Máxima prevista para hoy de unos paradisíacos 18ºC.
Este
fin de semana estuve en el teatro viendo "Espinete no existe",
escrita y dirigida por Eduardo Aldán, y con él mismo, donde casi todo él se lo
guisa y él se lo come.
Esta
chisposa obra, una "nostalgicomedia", tal y como la define su
creador, que ha estado los últimos 10 años en un pequeño teatro de la Gran Vía
madrileña, ahora está de tournée por esos mundos provincianos. Nos retrotrae a
la infancia de cuarentones, cincuentones (como yo mismo) y sesentones,
mirándola no sólo a través del rosado prisma del presunto feliz candor de
entonces, cuando niños, sino también con otra perspectiva, reveladora de
tragicómicas incongruencias, de entonces y de siempre, sacándole punta, con
sacapuntas de uno, dos, o los agujeros que sean, y pinchando con ella sin herir
ni zaherir, salvo quizá a algún "muy digno" ofendido... al que le
recomendaría, repito, la cita de sabiduría ajena del final de este matutino.
Una
buena obra (nota: 6) este monólogo, o casi, que para no gastar tanta
saliva aparece en escena de cuando en cuando el presunto regidor para liberarle
de tanta verborrea, a medio camino entre la risa y la nostálgica emoción, y con
la que reí algunas veces. Collage de varios monólogos del autor, engarzados con
mejor o peor fortuna, según los casos (la gran mayoría de las apariciones del
regidor me sobraron). Y bueno, ya sabéis, Espinete no existe, son los padres,
esos que nos lo dan todo y también, de vez en cuando, los que nos quitan algo,
berrinche incluido.
Y
bueno, colorín colorado, termino hoy con sólo una cita de sabiduría ajena, que
creo que compendia bastante de lo visto ayer por la tarde:
- "Las verdades, como las rosas, tienen
espinas; recíbelas por la parte de la flor y no te pincharás". (Salvador Jacinto Polo de Medina).
Besos
y abrazos,
Don.
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