jueves, 28 de abril de 2016

Matutino en el que me meto, me prometo y comprometo

¡Buenos días!

En estos días de dulce primavera, hoy con nubes y probables lluvias y algo de imperial sol naciente por entre los resquicios o grandes claros nubosos, es fácil vivir romances, tanto en estos matutinos como allende, en la realidad. Ya saben lo comprometido que estoy con ellos, que mis promesas no son vanas, o directamente nada prometo, simplemente sigo mi natural curso, dejando que todo suceda tal cual debe ser.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Romance en Tokio" (Tokio fiancée"), de Stefan Liberski, y con Pauline Etienne (una monada) y Taichi Inoue. Es el tercer largo de este director belga, y primero suyo que veo, que está basado en una novela de Amélie Nothomb, "Ni d'Ève ni d'Adam", de tintes autobiográficos.

Amélie es una soñadora y algo ingenua chica de 20 años que acaba de llegar a vivir a Tokio. De padres belgas, nació en Japón y a los cinco años volvió a la tierra natal de sus padres. Siempre quiso ser japonesa, vivir allí y ser escritora, así que ahora trata de cumplir sus sueños e ilusiones. Se anuncia como profesora particular de francés, y al poco un tímido joven japonés se presenta ante ella para que le dé clases. Será su primer y único alumno. Poco a poco irán intimando y se enamorarán, mientras ella va descubriendo, con cierta perplejidad, la peculiar cultura japonesa, muy diferente a los ojos europeos, cuando no chocante. Su integración será dificultosa, pero su arrollador entusiasmo le facilitará la tarea.

Una muy buena película (nota: 7), agradable de ver, bonita, con encanto, esta peculiar comedia romántica, agridulce, naif al principio, con cierta sorna. Se nos muestra la algo extravagante, a nuestra mirada europea, cultura japonesa, en algunas de sus facetas. Cómicos malentendidos puntean la trama, mientras nuestra pizpireta protagonista en su poco convencional inmersión cultural se debate entre algunas dudas existenciales, y tiene delirantes ensoñaciones sobre su situación y expectativas allí. Me pareció ver reminiscencias a medio camino entre dos estupendos films: de "Amelie" ("Le fabuleux destin d'Amélie Poulain", 2001) de Jean Pierre Jeunet, y no sólo por el nombre de la protagonista y su álter ego creador, sino por algo del modo de ser de sus protagonistas; y de "Lost in translation" (2003) de Sofía Coppola, por esa sensación de desorientación (en oriente) vital y cultural de los expatriados, sean voluntarios, como en este caso, o forzosos.

Y para acabar con este matutino por hoy (no romperé con él para siempre, que seguro mañana nos reconciliamos), unas citas de sabiduría ajena, con las que ya sabéis siempre estoy comprometido, hoy otra vez muy refranera:

 - "Novio. No vio, que si viera, no quisiera".  (Refrán).

 - "Ve en lo que te metes, si algo prometes".  (Refrán).

 - "Hasta meter, prometer; y una vez metido, nada de lo prometido".  (Refrán).

Besos y abrazos,

Don.
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