¡Buenos
días!
Pues
sí, cada mañana me abren sus puertas de par en par, y con dulce amabilidad me
permiten entrar en su mudo, con sus hadas y ninfas haciendo de perfectas
anfitrionas. Y yo me dejo regalar, y salgo de aquí, tras los besos y abrazos,
la mar de reconfortado. Y la primavera, en este agradabilísimamente soleado día
con máxima prevista de 19ºC, nos sigue invitando a disfutar plenamente de la
vida, a pesar de sus eventuales pesares, que gracias a ella se sobrellevan con
mayor entereza y fuerza de ánimo.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "La invitación"
("The invitation"), de Karyn Kusama, y con Logan Marshall-Green,
Tammy Blanchard, Michiel Huisman, y Emayatzy Corinealdi. Es el primer largo que
veo de esta directora, con el que ganó el premio de mejor película en el pasado
festival de cine fantástico de Sitges.
Una
pareja se encamina a la que fue la casa de él, invitado por otra pareja, en la
que ella es la ex de él. Además, allí se reúnen con otros amigos más, que lo
son desde la universidad, también junto a sus parejas, para celebrar la vuelta
de ella, cenando y departiendo amigablemente. La anfitriona desapareció tras
una mortal tragedia vivida junto a su anterior marido, y junto a su nuevo
esposo se muestra ahora inquietantemente amable y feliz, como si nada. Él, que
no ha superado ni olvidado el dolor empieza a tener sospechas de que algo
siniestro ocurre tras tanto buen rollo, pero tal vez sean imaginaciones suyas.
Una
muy buena película (nota: 7) este thriller psicológico sobre una reunión de
amigos que deviene en pesadilla, pero esto muy al final, en el último cuarto de
hora, cuando de repente todo explota. Al principio todo fluye con serena
naturalidad, pero las inquietudes del protagonista (no sabemos si porque
distorsiona la realidad a causa de sus aflicciones o están realmente fundadas)
van haciendo que germine en los espectadores la sombra de la duda, que va y
viene, que nos lleva y vuelve a traer al principio, en una paulatina escalada
de tensión y suspense, con extrañas situaciones que surgen a cuentagotas, con
el miedo al ralentí del punto muerto, hasta el estallido final de violencia
irracional y su engañosa calma de después, con un final abierto y desolador que
genera de nuevo mucha mayor inquietud.
Radiografía
de esta nuestra sociedad occidental, tan miedosa a padecer física y
emocionalmente, incapaz de asimilar lo que naturalmente tenga que ocurrir, por
el transcurso normal del tiempo o por impredecible accidente, la vida es así y
nada podemos hacer para evitarlo, y enganchada a mitigar los dolores de cuerpo
y alma a base del abuso de drogas (recetadas o ilegales).
Y
también nos habla de otras cuestiones, perfectamente resumidas en la primera
cita de la sección de sabiduría ajena, de la propia directora del film:
- "Los seres humanos pueden ser inducidos
a realizar cosas inhumanas en nombre de la fe [...] Para mí, el mayor horror de
este mundo es que seguimos tomando decisiones sobre el destino de terceras
personas en nombre de nuestras creencias".
(Karyn Kusama).
Bueno,
ahora os invito a seguir leyendo un par más, con la esperanza de que nos ayuden
a sobrellevar lo que esté por venir:
- "Bienaventurado el que sabe que
compartir un dolor es dividirlo y compartir una alegría es
multiplicarla". (Facundo Cabral).
- "Libérate de la ansiedad, piensa que lo
que debe ser será, y sucederá naturalmente". (Facundo Cabral).
Besos
y abrazos,
Don.
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