¡Buenos días!
Amanece de nuevo por los madriles, y lo hace al borde de la helada (0ºC), con sol inmaculado de nubes y una máxima prevista para hoy de 11ºC. Así que poco tiempo después de haber acabado con el anterior matutino me cito de nuevas para comenzar con este, con la ilusionada esperanza de que nos irá de perlas, como siempre me ha sucedido con ellos, al menos por el tiempo que nos toque estar juntos hasta nuestra despedida con besos y abrazos, sin dramas, sin traumas, si acaso con algo de fugaz y desvaída melancolía del tiempo que compartimos, hasta el siguiente, cosas de esta especie de monogamia sucesiva que vivo con cada uno de ellos, porque el natural devenir de las cosas matutinas es así.
Este fin de semana terminé de ver la serie de televisión, en Movistar+, "Los años nuevos" (2024), creada por Rodrigo Sorogoyen, Paula Fabra y Sara Cano, dirigida por Rodrigo Sorogoyen, David Martín de los Santos y Sandra Romero, e interpretada por Iria del Río y Francesco Carril. Consta de una temporada de 10 capítulos de unos 45 minutos de duración cada uno. Del primero de sus tres codirectores había visto sus seis anteriores largometrajes, "As bestas" (2022), "Madre" (2019), "El reino" (2018), "Que Dios nos perdone" (2016), "Stockholm" (2013), y "8 citas" (2008), ésta codirigida con Peris Romano, además de su serie de televisión "Antidisturbios" (2020) y del primer capítulo de otra, "Apagón" (2022). Del segundo, "La vida era eso" (2021). Y de la tercera, "Por donde pasa el silencio" (2024).
Dos jóvenes de 30 años recién cumplidos, ella el día de Año Nuevo, en el que ya están, él el día anterior, la Nochevieja, se conocen en una fiesta de fin de año (el 2015) en casa de unos amigos. Ella vive en un piso compartido, no le gusta su trabajo de camarera en un bar de copas, y cambia a menudo de amigos; él es médico y está contento con ello, tiene amigos fieles, y su novia acaba de romper con él. Se enamoran e inician una relación que se alargará durante diez años, con sus vaivenes.
Magnífica serie (nota: 9) que me fascinó, en la que en cada uno de sus episodios se nos narra un día de Nochevieja o Año Nuevo, o un momento de ellos, de diez años de la vida de una pareja desde que se conoce, los cinco primeros de su amor hasta que rompen y los cinco últimos de su desamor y tentativas amorosas posteriores. Y me maravilló básicamente porque nos narra la vida (básicamente de pareja, pero también en familia y con amistades) sin artificios, con una pasmosa naturalidad que todo lo impregna, hablándonos entre otras cosas de finales y comienzos, y viceversa, y de todo lo que ocurre entre ambos. Hasta yo, que soy de una generación anterior a la narrada, me sentí muy identificado en ciertos momentos, lo que demuestra su autenticidad, su universalidad, sea transgeneracional o espacial. Al final, como dice el título del largometraje que dirigió anteriormente uno de los codirectores de la serie, la vida era eso, conclusión a la que intuyo llegan implícitamente los dos protagonistas al final. Obviamente, os la recomiendo, no os la perdáis.
Bueno, pues toca acabar con este matutino, no sin antes dejaros por aquí unas citas de sabiduría ajena, para que las conozcáis, y tal vez podáis congeniar con alguna de ellas, e iniciar una fructífera relación:
- "La mitad está hecha cuando tienen buen principio las cosas". (Fernando de Rojas).
- "La única alegría en el mundo es comenzar. Es hermoso vivir porque vivir es comenzar, siempre, a cada instante. Cuando falta esa sensación uno quisiera morir". (Cesare Pavese).
- "Nada está nunca acabado. Basta un poco de felicidad para que todo vuelva a empezar". (Émile Zola).
- "Un poema comienza en deleite y termina en sabiduría". (Robert Frost).
Besos y abrazos,
Don.
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