lunes, 30 de diciembre de 2024

Fascinante ninfa matutina

¡Buenos días!

Frío amanecer rondando la helada por los madriles, jornada en la que el sol, escasamente arropado por algunas nubes, hará que la máxima llegue hasta los 9ºC previstos, y nos calentará lo suficiente como para podernos solazar gustosamente en las horas centrales. Así que en esta tesitura no me queda otra que volver a dejarme embaucar por los cantos de sirena de los matutinos que tanto me atraen y embelesan, sin miedo a extraviarme por el camino, pues voy directo a ellos, a este en concreto, a regodearme lo más posible en su belleza (espero).

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Parthenope" (2024), de Paolo Sorrentino, y con Celeste Dalla Porta, Silvio Orlando, Gary Oldman, y Stefania Sandrelli. De este director italiano había visto siete de sus anteriores películas: "Fue la mano de Dios" ("È stata la mano di Dio", 2021), "Silvio (y los otros)" ("Loro", 2018), "La juventud" ("Youth", 2015), "La gran belleza" ("La grande bellezza", 2013), "Un lugar donde quedarse" ("This must be the place", 2011), "Il Divo" (2008), y "Las consecuencias del amor" ("Le conseguenze dell'amore", 2004).

Parthenope nace en el agua, cual ninfa marina, en Nápoles en 1950. Enseguida se convierte en una hermosísima joven, admirada por todos y de quien todos se enamoran, de cualquier edad y condición, seducidos por su sensual belleza. Empieza a estudiar antropología en la universidad y uno de sus profesores ve en ella a una brillantísima alumna. Tras acabar su carrera duda que hacer profesionalmente e intenta ser actriz, lo que no le agrada y al final decide dedicarse a la docencia universitaria, guiada por su profesor.

Película que no sé muy bien de qué palo iba (nota: 4), me dijo bien poco, banal en su bastante vacua pretenciosidad, de hermosas imágenes, aunque no tanto como bella es la protagonista, en la que la cámara se recrea, con una hedonista mirada hacia ella, un tanto lasciva, entre ensimismada y lánguida. Casi que aguanté su larguísimo metraje gracias a mi fascinado embelesamiento por la joven, encarnación de la ciudad de Nápoles (Neópolis), cuyo nombre prerromano es el del título de la película (y del de una de las mitológicas sirenas de La Odisea, la que dio origen a la ciudad). Los primeros minutos de su metraje me llamaron algo la atención, con algunas pocas escenas que me cautivaron (más allá del bellezón de muchacha), pero luego se fue desinflando rápidamente hasta acabar dando tumbos sin ton ni son desde entonces.

Suenan las sirenas, está llegando a puerto una nueva remesa de citas de sabiduría ajena, que espero nos seduzcan:

 - "La belleza es ese misterio hermoso que no descifra la psicología ni la retórica".  (Jorge Luis Borges).

 - "La belleza, cuanto menos vestida, mejor vestida está".  (John Fletcher).

 - "La belleza no hace feliz a quien la posee, sino a quien puede amarla y adorarla".  (Hermann Hesse).

 - "Cada mujer es para mí un maravilloso mundo que se me ofrece; me recreo con las hermosas melodías de su rostro, y basta con una efímera mirada de mis ojos para poder gozar más que otros, con todos sus sentidos, en su vida entera".  (Heinrich Heine).

 - "Podría engañarme, creer que soy hermosa como las mujeres hermosas, como las mujeres miradas, porque realmente me miran mucho. Pero sé que no es cuestión de belleza sino de otra cosa, sí, de otra cosa, por ejemplo, de carácter".  (Marguerite Duras).

Besos y abrazos,

Don.

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