¡Buenos días!
El dulce otoño parece haber desaparecido transformándose en invierno cada vez más desabrido y áspero, con este amanecer por los madriles rayano en la helada (2ºC o incluso menos), con sol y cada vez más nubes, en una algo fría jornada en la que se esperan 8ºC de máxima. En cuanto a los matutinos, pues eso, aparecen y desaparecen a su antojo, según el día, a la par que se transforman algo imperceptiblemente en sus maneras y me van transformando a mí también durante el ya largo tránsito junto a ellos, y viceversa.
Este fin de semana estuve en el cine viendo "Emilia Pérez" (2024), de Jacques Audiard, basada en la novela "Écoute" de Boris Razon, y con Zoe Saldana, Karla Sofía Gascón, Selena Gómez, Adriana Paz, Edgar Ramírez y Mark Ivanir. De las nueve anteriores películas de este director francés había visto sus cinco más recientes, "París, distrito 13" ("Les Olympiades, Paris 13e", 2021), "Los hermanos Sisters" ("The Sisters Brothers", 2018), "Dheepan" (2016), "De óxido y hueso" ("De rouille et d'os", 2012), y "Un profeta" ("Un prophète", 2009).
Una abogada, sobrada de talento e infravalorada en el bufete en el que trabaja, tras ganar un juicio por violencia de género defendiendo al agresor y habiendo tragado bilis con el alegato final que escribió para que se luciera su jefe, recibe la inesperada oferta de un capo mexicano de un poderoso cártel de la droga para que por una enorme cantidad de dinero le ayude a retirarse del negocio, llevarse a su esposa e hijos a un lugar seguro, y a desaparecer él convirtiéndose en la mujer que siempre soñó ser. El nombre para su nueva identidad será Emilia Pérez.
Muy buena película (nota: 7) que empezó casi desde el minuto uno a encantarme y prometía encandilarme cada vez más a medida que avanzaba, a pesar de ser un musical, que no suelen gustarme en general gran cosa debido a que en su mayoría sus historias no tienen enjundia, son blanditas, cuando no una moñez hasta mi sonrojo por vergüenza ajena, pero esta vez parecía no ir por esos derroteros, aunque pasado el primer tercio comenzó a flojear poco a poco por lo que a mí respecta, deviniendo en melodrama creciente, e incluso culebrón musical, coqueteando descaradamente con esto. Al final no cayó totalmente por ese barranco ni se estrelló contra mí, pero le impidió que me pareciera excelente. Y me pareció muy buena por su impecable aspecto visual, sus coreografías, la letra de sus canciones que destilaban hondura y crítica social, como también algunas de sus otras situaciones no cantadas. Historia, insólita en muchas de sus facetas, de como un cambio de sexo deviene en una transformación en el modo de ser de la nueva Emilia, pasando de la violencia desmedida a tratar de mejorar el mundo que le rodea y de reparar algunos de sus errores pasados.
Bueno, pues antes de que este matutino desaparezca de entre mis manos tecleadoras, ahí os dejo estas citas de sabiduría ajena, que espero escuchemos (leamos) con atención y muy posiblemente ayuden a transformar nuestra forma de ver las cosas:
- "Acostúmbrate a prestar atención a lo que dice otra persona y, en la medida de lo posible, procura entrar en su mente. Por lo general, primero hay que aprender muchas cosas antes de poder juzgar la acción de otro con conocimiento". (Marco Aurelio).
- "Algunas cosas del pasado desaparecieron pero otras abren una brecha al futuro y son las que quiero rescatar". (Mario Benedetti).
- "La vida es un constante proceso, una continua transformación en el tiempo, un nacer, morir y renacer". (Hermann Keyserling).
- "Nunca creí que pudiéramos transformar el mundo, pero creo que todos los días se pueden transformar las cosas". (Françoise Giroud).
Besos y abrazos,
Don.
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