martes, 27 de octubre de 2020

Disoluta manifestación matutina

¡Buenos días!

Aporreo las teclas, no tanto por enderezar los a veces licenciosos pensamientos que alborotan mis entendederas, sino más bien por poner estas en orden para así mejor poder manifestar mis ideas con la serenidad necesaria para que lleguen a buen puerto. Por lo demás, hace ya días que los nubosos disturbios que no paraban de chorrearnos no alteran la habitual paz celeste por estos lares, no sé si por los chorreos que les cayeron a su vez o por otra causa, pero el caso, no sé si judicial, es que hoy luce el sol, con algún amago de ser nublado, pero su firmeza de hoy lo impide. Madrugada tirando a fría (4ºC), con 14ºC de máxima prevista por los madriles.

Este fin de semana, en concreto la tarde-noche del domingo, estuve viendo "Antidisturbios" (2020), una portentosa serie de televisión, de Movistar+, que desde ya os recomiendo muy encarecidamente. Quise haberla visto en dos tandas, pero me enganchó de tal manera que al final la vi en un único arreón, terminando al filo de la medianoche, poco antes del toque de queda. Está creada por Isabel Peña y Rodrigo Sorogoyen, dirigida por éste y Borja Soler, e interpretada por Vicky Luengo, Raúl Arévalo, Álex García, Hovik Keuchkerian, Roberto Álamo, Raúl Prieto y Patrick Criado. Consta de una única temporada de seis capítulos de unos cincuenta y tantos minutos de duración cada uno.

Si no lo estaba ya, terminé por caer rendido ante el muy excelente hacer cinematográfico de Rodrigo Sorogoyen, del que ya era admirador de su cine y había visto todos sus anteriores largos, cinco, a saber, "Madre" (2019), "El reino" (2018), "Que Dios nos perdone" (2016), "Stockholm" (2013), y "8 citas" (2008), ésta última codirigida con Peris Romano.

Un equipo de policías antidisturbios (6 componentes) debe acudir a ejecutar el desahucio (o lanzamiento) de una vivienda en el centro de Madrid. Una vez allí estiman que no son suficientes y reclaman el refuerzo de más unidades, lo que les es denegado por su jefatura y el juez de instrucción les insta a ejecutar la acción sí o sí. Tal y como preveían la situación se complica, y uno de los manifestantes muere accidentalmente. Los seis antidisturbios se enfrentan a una acusación por graves delitos que deberán ser esclarecidos por la investigación de un grupo de inspectores de Asuntos Internos. Una de ellos, extremadamente celosa en el cumplimiento del deber, se obsesiona con el caso, y empieza a descubrir que hay más miga de la que parece en principio.

Excelente, sobresaliente serie de televisión (nota: 9) este thriller policial apasionante, de ritmo que no decae, soberbiamente tramado, contundente como un porrazo, tenso, intenso, pleno de nervio, casi que rezumando testosterona en las escenas en que aparecen los antidisturbios, sea aporreando o reunidos para lo que se tercie, potentísimo visualmente, donde todo refulge, las actuaciones, el guion, la descripción de personajes y situaciones a las que deben enfrentarse, en el trabajo o el resto de sus facetas vitales... todo, todo magnífico. Como en otras películas de su director, como en "El reino" (2018), de donde toma adrenalínicas maneras y foco sobre la corrupción, en la hoy glosada sobre la policial aunque, ya puestos, también con ramalazos judiciales y político-económicos, se nos muestran algunas facetas de la catadura moral de nuestra sociedad.

Bueno, pues antes de que se disuelva este matutino sin que yo tenga que intervenir más, ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena más o menos desordenadas:

 - "La ignorancia del bien y del mal es lo que más perturba la vida humana".  (Cicerón).

 - "Cuando el orden es injusticia, el desorden es ya un principio de justicia".  (Romain Rolland).

 - "Las pasiones alteran momentáneamente la índole de los hombres, pero no la destruyen".  (Gaspar Melchor de Jovellanos).

Besos y abrazos,

Don.

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