martes, 2 de julio de 2024

Matutino flamígero

¡Buenos días!

Todavía el verano no nos ha abrasado como suele, pero todo se andará, así que a disfrutar de estos días de suavidad veraniega, como la de hoy, soleada y con 30ºC de máxima prevista por los madriles, que irán subiendo en próximos días hasta casi hacernos arder por dentro, ¡madre mía!, la que nos espera... o no tanto, ya veremos. Por lo demás, ardo en deseos, no ya de entrar, sino de seguir por aquí, en esta acogedora casa matutina en la que tan bien me encuentro y de la que no quiero salir ni aunque broten chispazos de nuestros muy eventuales desencuentros, rápidamente encauzados.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Casa en llamas" ("Casa en flames", 2024), de Dani de la Orden, y con Emma Vilarasau, Enric Auquer, Maria Rodríguez Soto, Alberto San Juan, Clara Segura, José Pérez-Ocaña, y Macarena García. De este director había visto tres de sus anteriores películas: "Mamá o papá" (2021), "Hasta que la boda nos separe" (2020) y "Litus" (2019).

Una mujer está contentísima porque va a pasar un fin de semana con su familia. Ella está divorciada hace años, su ex tiene nueva compañera, sus hijos ya están crecidos y viviendo su vida, aunque no la hacen mucho caso ni la visitan desde hace tiempo, la hija casada y con dos niñas y el hijo con nueva novia. Quiere vender la casa de vacaciones en la Costa Brava que heredó de sus padres y repartir el dinero, pero esto es lo de menos para ella, pues quiere un fin de semana ideal y en familia, como hace mucho no disfrutaba, y nada ni nadie se lo fastidiará... aunque para ello tenga que llegar a quemarlo todo.

Buena película (nota: 6), con sus más y sus menos, tragicomedia familiar, satírica, especialmente centrada en la cuestión maternofilial, con golpes de humor, algunos muy, pero que muy divertidos, la gran mayoría concentrados al principio, que luego va predominando más la cosa dramática. Nos muestra el lado oscuro de las familias, todo con bastante sorna. Reunión familiar en la que se ventilarán pasados secretos y las miserias de cada uno, sus egoísmos, patéticos todos, cada uno a su modo, cada uno con lo suyo, con esporádicas tensiones entre unos y otros que van haciendo prenderse poco a poco a cada uno, liberando todo lo que tenían dentro antes de quedar consumidos. Tambíén, de refilón, o no tanto, deja caer eso del abandono de los progenitores, la peculiar madre en este caso, por parte de sus hijos.

Bueno, ahí os dejo estas flamantes citas de sabiduría ajena:

 - "Con pequeña brasa suele quemarse la casa".  (Refrán).

 - "El que pueda decir cómo arde, sufre un fuego muy pequeño".  (Francesco Petrarca).

 - "Tremendo contraste entre el crepitar del fuego en su comienzo y la paz de la ceniza".  (José Luis Coll).

 - "A algunas hijas sin hijos nos asusta la idea de envejecer solas, sin nadie que nos asista si nos lesionamos una pierna o la casa arde en llamas. Tener hijos tampoco es garantía de nada; no se les trae al mundo para conseguir el salvoconducto del amor y cuidados incondicionales. Sin embargo, ahí están. Y el retintín de una antigua cantinela sigue sonando como un eco procedente del viejo mundo: si no tienes descendencia, ¿quién va a cuidar de ti cuando seas mayor?".  (Celia Rico Clavellino).

Besos y abrazos,

Don.

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