martes, 30 de julio de 2024

Matutino que se transforma genéricamente

¡Buenos días!

Estos pasados últimos días de agobiante verano, con máximas siempre rayanas en la cuarentena, parecen querer cambiar, y ya ayer el día estuvo relativamente nublado, pero con los habituales sofocos de esta estación, y esta madrugada amagaban gotitas con caer, pero el sol podrá con todo, elevará la máxima hasta los 40ºC previstos para hoy por los madriles, y adiós a nuestros anhelos de cambio más duradero hacia algo más de frescor. Pero, en fin, lo normal es el cambio, que ya lo decía Heráclito, que nada es y todo fluye, y acabará por refrescar un día de estos. Mientras tanto, me voy refugiando por aquí cada vez que puedo, asaltándoles con mis desvaríos, gracias a que estos bondadosos matutinos se dejan, aparentemente inamovibles, pero que se transmutan casi imperceptiblemente, llevándome con ellos siempre a nuevos lugares, o a los mismos pero vistos con otros ojos.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Norberta" (2024), de Sonia Escolano y Belén López Albert, y con Luis Bermejo, Adriana Ozores, Mariona Terés, María Romanillos, Adelfa Calvo, Carmen Balagué, María Lanau, Ramón Agirre y Xavier Deltell. Es el primer largo que veo de su par de directoras.

Norberto lleva toda una vida con su esposa. Tienen una hija y una nieta adolescente, que viven en el mismo barrio obrero que ellos. Se jubilaron hace poco, así que para complementar su exigua pensión (y ayudar a sus allegados, tan necesitados o más que ellos) atracan de cuando en cuando gasolineras y otros comercios. Él siente que ha llegado el momento de confesar a todos algo que se le lleva haciendo bola desde hace tiempo, quiere salir del armario y sentirse liberada... pues es transgénero. Esto pondrá patas arriba su vida y relación con la familia y amigos más cercanos, a los que pilla de sopetón la noticia, y cada uno reacciona a su manera.

Película pasable (nota: 5), con sus más y sus menos, esta comedia simpática y desenfadada, con situaciones disparatadas, sobre buena gente, entrañable, especie de cándidos pícaros, que se ayudan entre ellos para salir adelante en las dificultades, sobre la identidad sexual de cada cual y, en general, de decidir quiénes somos realmente, que destila eso de que nadie es normal. Loables intenciones educativas sobre estas cuestiones de género y sus diversas sensibilidades, pero la trama me flojeó un tanto y salvo momentos muy puntuales no me hizo reír cuando lo pretendía... quizá hubieran sido necesarios otros mejores mimbres para esas alforjas... en cualquier caso, las actuaciones muy bien.

En general, vamos, siempre, antes de despedirme de los matutinos os dejo unas citas de sabiduría ajena, alguna de las cuales quizá nos ayude a pensar de otro modo distinto al habitual:

 - "Nunca en mi vida he amado a ningún pueblo ni colectivo, ni al pueblo alemán, ni al francés, ni al norteamericano, ni a la clase obrera, ni a nada semejante. En efecto, sólo amo a mis amigos y el único género de amor que conozco y en el que creo es el amor a las personas".  (Hannah Arendt).

 - "La sociedad no puede en justicia prohibir el ejercicio honrado de sus facultades a la mitad del género humano".  (Concepción Arenal).

 - "Las personas cambian y generalmente se olvidan de comunicar dicho cambio a los demás".  (Lillian Hellman).

Besos y abrazos,

Don.

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