¡Buenos días!
¡Estos matutinos no van a dimitir, no van a dimitir!... Bueno, que por mucho que estemos embebidos de futbolera Eurocopa (en la que España lo está bordando), no quiero ir por esos derroteros, pues en realidad de lo que jamás van a dimitir estos matutinos es de su epicureísmo, de su constante búsqueda del bienestar mental y corporal, de disfrutar lo más que se pueda de lo que nos toque en suerte, en la medida de lo posible, y fundamental, procurar que los demás también, como buenas madres con sus hijos, cosa de la que me contagio a poco de entrar por aquí. Bueno, el rubio sol sigue desmelenado, haciendo de su capa un sayo, haciéndonos sudar más de lo deseable, en esta muy veraniega jornada rasa de nubes en la que se esperan 36ºC de máxima por los madriles, cada vez menos llevaderos.
Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Blondi" (2023), de Dolores Fonzi, y con ella misma, Carla Peterson, Rita Cortese, Toto Rovito y Leonardo Sbaraglia. Es el primer largo como directora de esta también guionista y actriz argentina, de quien había visto algunas de las películas que ha interpretado.
Blondi es una madre soltera que vive en perfecta sintonía con su joven hijo, al que tuvo cuando ella tenía 15, por el que siente devoción y que muchas veces parece más responsable que ella, tan conectados que más que madre e hijo se diría que son amigos de la misma edad, que tienen los mismos gustos musicales y cinematográficos, comparten amigos, van a los mismos bares y fuman porros juntos. Viven a su albedrío, disfrutando de cada momento lo más que pueden, como también su más cercana familia (la madre y la hermana de ella). Aunque en el fondo tienen similares inquietudes y problemas que otras familias.
Buena película (nota: 6), que me fue gustando más conforme avanzaba hasta su final de optimismo vital contagioso (no empalagoso) al son de canciones de Velvet Underground y Blondie, enganchándome con sus personajes, fascinantes, principalmente su protagonista, magnética, como también la actriz que la interpreta. Comedia desenfadada, fresca y natural, divertida, todo un homenaje a las madres con su visión poco convencional de la maternidad y las familias, especialmente las relaciones materno-filiales, sobre la libertad de vivir cada uno a su modo, como mejor le parezca, también del saber dejar ir al otro cuando corresponde y de que no es necesario ser perfectamente maduro para fluir bien con la vida, de hecho casi es recomendable, que como suelo decir, cuando ya has madurado del todo es que estás a punto de pudrirte (como las frutas).
En palabras de su directora: "[...] comedia que esconde una especie de utopía: nuevas formas de familia, lazos más horizontales, aprender de nuestros hijos y la idea de que la crianza es una tarea colectiva [...] no hay una forma única y rígida de construir vínculos familiares [...]". Lo que bien nos puede servir de introducción a otras pocas más citas de sabiduría ajena de lo más epicúreas:
- "Así como el sabio no escoge los alimentos más abundantes, sino los más sabrosos, tampoco ambiciona la vida más prolongada, sino la más intensa". (Epicuro de Samos).
- "El placer es el bien primero. Es el comienzo de toda preferencia y de toda aversión. Es la ausencia del dolor en el cuerpo y de la inquietud en el alma". (Epicuro de Samos).
- "El que no considera lo que tiene como la riqueza más grande es desdichado, aunque sea dueño del mundo". (Epicuro de Samos).
Besos y abrazos,
Don.
_____
No hay comentarios:
Publicar un comentario